"Yo ya le iba a dar mi credencial de cliente a América": Miguel España, ex-Pumas

América siempre fue superior a Pumas, eternamente, pero qué mejor que los testimonios de los propios exjugadores auriazules para corroborarlo y sincerarse. Ahora fue el turno de Miguel España, el contención que brilló con los de la UNAM, con Santos Laguna y también con Tigres entre la década de 1980 y mediados de los ´90.

En la entrevista con Récord, el exfutbolista mexicano recordó que, en la previa a la definición que ganaron los del Pedregal en la temporada 1990/1991, sentía que era todo muy difícil por la paternidad de las águilas, que se habían coronado ante ellos en las dos oportunidades más recientes: “Fue un partido de alta presión porque algunos de los que estábamos en esa ocasión ya llevábamos dos Finales perdidas, ya les iba a dar mi credencial de cliente porque América era un equipo de los 80 que sabía perfectamente jugar la etapa de la Liguilla. Sabíamos que era un partido complicado, no podíamos descuidar el mínimo detalle como nos había sucedido en las dos Finales anteriores”.

España admitió que, en la antesala al encuentro, pesaban los duelos previos caracterizados por la supremacía azulcrema: “Fue muy emotivo porque Miguel (Mejía Barón) prácticamente ya no dio mucho de la charla técnica, ya no había mucho que agregar, y nos dio un pumita de plata, el cual nos lo daba con mucho cariño, para él ya éramos unos Campeones. Eso nos fortaleció, ese detalle del pumita, de la plática, cuando salimos del vestidor sabíamos que íbamos a ser Campeones”.

Incluso, al exmediocampista en algún momento se le pasó por la cabeza que el título se les podía llegar a escapar nuevamente en el Clásico Capitalino, dado que el resultado global fue 3-3 y sobre la hora el Ame estuvo cerca de quedarse con el trofeo: "Nos dio tranquilidad pero no confianza, estuvimos encima de ellos, tuvimos varias oportunidades, ellos también tuvieron reacción... Incluso hasta el último minuto viene un centro de Memo Naranjo y le cae a Alejandro Domínguez que le llega de volea, pero le cae la pelota en las manos a Jorge Campos y ahí acaba el partido”.

España completó con relación a la sensación de desquite que sintió aquella plantilla universitaria: “Todo corrimos hacia el centro del campo. Fue mucha alegría, había muchísima gente en el Estadio y lo disfrutamos muchísimo por todo lo que habíamos vivido previamente contra ellos por el lapso de las Liguillas anteriores”.