El partido más esperado del semestre entre América y Cruz Azul ya calienta motores, y en la previa de este duelo decisivo de los cuartos de final de la Concachampions 2025, la guerra de declaraciones no tardó en llegar. Ángel Sepúlveda y Vicente Sánchez no dudaron en catalogar el encuentro como una “revancha” tras las últimas eliminaciones sufridas a manos del América. Sin embargo, desde Coapa llegó una respuesta serena y con mensaje claro: el América no juega por revanchas, juega por títulos.
André Jardine no cayó en provocaciones. Fiel a su estilo, el técnico azulcrema habló de jerarquía, objetivos reales y la filosofía de una institución como el Club América. Mientras en Cruz Azul buscan vencer al América, Jardine piensa más allá: en levantar trofeos. Y ese enfoque marca la diferencia.
Jardine tiene claro que el América debe ser campeón
Durante la conferencia previa al encuentro, Jardine fue cuestionado sobre las declaraciones de Sepúlveda y Vicente Sánchez, pero el brasileño fue contundente:
“Obviamente cuando te toca jugar un clásico con cualquiera que sea, tiene siempre un ingrediente más y con Cruz Azul no es distinto. Imagino un rival que obviamente nos quiere vencer, pero te aseguro que no más que nosotros. Queremos ganar siempre, independientemente de si fuera Cruz Azul o si fuera cualquier otro equipo. No es exactamente ganarle a ‘A, B o C’, es de ganar las copas, de ganar las finales, y la motivación es esta.”
Con estas palabras, Jardine dejó claro que para el América los clásicos importan, pero las finales aún más. El enfoque del plantel está totalmente centrado en levantar la Concachampions.
La única deuda pendiente de Jardine con el América
Desde su llegada, André Jardine ha conseguido títulos y ha reconstruido la mística del Club América. Sin embargo, hay un trofeo que aún se le resiste: la Concachampions. Desde 2016, las Águilas no alzan el máximo trofeo de la región, y Jardine sabe que esta es la cuenta pendiente que debe saldar con la afición. La oportunidad está servida, y el equipo está listo para dar el golpe final.