En Coapa volvió el debate que nadie quiere enfrentar: ¿en qué se fue el dinero del último mercado? Mientras Toluca apostó por un cañonero comprobado y diferencial, el América dispersó su presupuesto en fichajes que no han rendido al nivel esperado ni han cambiado partidos importantes.

La comparación duele porque es directa: una gran inversión en un solo jugador de impacto frente a varias medianas sin retorno deportivo. Y bajo esa óptica, muchos en el entorno azulcrema coinciden en una frase que pesa: “con lo gastado, esa bolsa pudo ser Paulinho”.

El desperdicio en refuerzos que habrían pagado a Paulinho

Los números no mienten. En total, América desembolsó cerca de 20 millones de dólares en refuerzos que todavía no se consolidan. Alexis Gutiérrez costó alrededor de 5 millones, José Raúl “La Pantera” Zúñiga unos 4 millones, Rodrigo Aguirre otros 3 millones, y Víctor Dávila superó los 7 millones. Una inversión alta que, sin embargo, no se ha traducido en goles ni en diferencia en los momentos clave.

Del otro lado, Toluca destinó entre 9 y 10 millones de dólares por Paulinho, un fichaje que sí transformó su ataque y que hoy justifica cada centavo invertido. En cambio, América apostó por volumen y terminó sin un jugador capaz de resolver partidos grandes por sí solo.

Más allá de los nombres, el diagnóstico es claro: fragmentar el presupuesto diluye el impacto deportivo y financiero. Mientras el rival compró un goleador probado, el América sigue buscando rendimiento en piezas que no terminan de encajar. El aprendizaje es evidente: concentrar recursos en refuerzos diferenciales, aunque sea uno menos, pero uno que realmente cambie partidos.