El invierno en Coapa se siente más frío de lo normal. Con los recursos del club totalmente destinados a la titánica tarea de terminar a tiempo la remodelación del Estadio Azteca, la directiva encabezada por Santiago Baños se ha quedado sin margen de maniobra. La orden es clara: no hay dinero para grandes bombas, por lo que la solución al bajo rendimiento del equipo debe encontrarse en casa o rescatando piezas que parecían haber cumplido su ciclo en el Nido.

En las últimas horas, una información ha comenzado a cobrar fuerza y tiene a la afición dividida: el regreso de Cristian “Chicote” Calderón. Tras un paso por Necaxa donde recuperó la regularidad y el nivel que alguna vez mostró bajo el mando de André Jardine, el lateral izquierdo se perfila como el “refuerzo” de emergencia ante un experimento que no funcionó. La salida de Ralph Orquin, quien no logró llenar el ojo del cuerpo técnico, ha dejado un hueco que urge tapar con experiencia.

Franco Rossano, el mayor beneficiado por la vuelta de Chicote al América

Este movimiento no solo impactaría en el vestidor azulcrema, sino que activaría una carambola de tres bandas con el conjunto de los Rayos. En la negociación original que involucró a Calderón, Emilio Lara y la joven promesa Franco Rossano, se habría pactado un escenario que ahora parece inminente. Rossano, lateral izquierdo de apenas 19 años y producto de la cantera de Coapa, se encuentra ante la oportunidad de su vida tras haber sido el suplente de lujo del “Chicote” en Aguascalientes durante el último torneo.

La salida de Calderón del cuadro hidrocálido le dejaría el camino libre a Rossano para consolidarse como titular indiscutible en la Primera División. Es un ganar-ganar estratégico: el América recupera a un futbolista probado para competir por el puesto en el Clausura 2026, mientras que su joya de las fuerzas básicas suma los minutos de vuelo necesarios para madurar. Rossano ya demostró destellos de calidad en los pocos partidos donde fue requerido, pero ahora tendría la responsabilidad de cargar con la banda izquierda en el Estadio Victoria.

Al final del día, esta maniobra podría ser el “doble golpe” que tanto buscaba Baños para mitigar la falta de presupuesto. Si Rossano logra explotar en Necaxa, el Club América no solo habrá solucionado un problema inmediato en su lateral suplente con el regreso de Calderón, sino que estará puliendo a su futuro titular sin gastar un solo peso. El destino de dos laterales está entrelazado y el desenlace de esta historia definirá gran parte del éxito defensivo del campeón para el próximo año.