Las últimas semanas han sido un carrusel de decepciones para la afición azulcrema. Cuando parecía que la contratación de Denis Bouanga podría salvar el mercado de fichajes, todo se desplomó. No solo el gabonés no llegará, sino que el Club América se ha metido en un problema que podría cerrarle la puerta a cualquier refuerzo extranjero.
Lo más grave es que ni siquiera hubo una negociación real con LAFC, según ESPN. Y lo peor: un movimiento bien intencionado terminó saliéndole caro al club. Ahora, la plantilla está trabada y sin margen de maniobra.
El gesto que América creyó inteligente… y terminó en ingenuidad
Todo se originó cuando Santiago Baños, en un acto de buena voluntad, aceptó que Dilrosun disputara un partido más con LAFC, extendiendo su préstamo un día más. El club creía que este gesto facilitaría la compra definitiva del jugador.
Pero la jugada salió mal. Al enterarse por medios de los fichajes que LAFC planeaba, como Heung-min Son, América comprendió que el club angelino no tenía intención de ejercer la opción de compra. El préstamo venció, Dilrosun regresó y con él, se cerró la puerta a Bouanga… y a cualquier otro.
¿Por qué el América no puede fichar otro extranjero?
Según reveló León Lecanda en ESPN, el regreso de Javairô Dilrosun terminó por bloquear por completo al América. El neerlandés ocupará la novena plaza de extranjero, la última disponible, lo que deja sin opción al club de registrar otro jugador foráneo… a menos que alguien salga.
Las alternativas pasan por buscarle acomodo a Dilrosun o incluso a Víctor Dávila, pero mientras tanto, la posibilidad de reforzarse desde el extranjero está congelada. La situación deja al América atado de manos, justo en un momento donde el equipo necesita un golpe de autoridad.