El Estadio Azteca, hoy con naming Estadio Banorte, volvió a ser tendencia, pero no por sus obras. La mañana se reportó el hallazgo de un cuerpo sin vida frente a una de sus entradas, hecho que encendió focos rojos en plena fase de remodelación y previo al regreso del América a su casa.
Para la afición azulcrema, el Coloso de Santa Úrsula es identidad pura. Por eso, cualquier incidente en su entorno importa: impacta la experiencia de día de partido, el plan de movilidad y los protocolos que deberán abstenerse de cara al Mundial 2026.
¿Qué se sabe del incidente a las afueras del Azteca?
De acuerdo con reportes periodísticos, se registró una fuerte movilización policial sobre Calzada de Tlalpan, a la altura de la Puerta 11. El cuerpo, presuntamente de un hombre de aproximadamente 40 años, fue localizado en la zona; la primera línea de investigación apunta a una posible caída desde el puente peatonal cercano.
Autoridades capitalinas acordonaron el área y dieron vista a servicios periciales para determinar la causa del deceso. No hay versión oficial definitiva; la investigación sigue su curso. En paralelo, la conversación pública ya gira en torno a la seguridad perimetral del estadio y la gestión de accesos en días con y sin evento.
¿Habrá cambios operativos y de infraestructura?
Este hecho llega mientras avanzan, con distintos frentes, las obras del Azteca. Podrían evaluarse medidas inmediatas: mejor iluminación exterior, señalética reforzada, cerramientos en pasos elevados, cámaras adicionales y rutas de vigilancia coordinadas con tránsito y protección civil.
De cara a 2026, también podrían acelerarse adecuaciones estructurales ya previstas en el plan maestro: rediseño de puentes peatonales, barreras de resguardo, y corredores de acceso con control de flujo. Para el América y su afición, la prioridad es clara: volver a casa con garantías de seguridad, movilidad y una experiencia de estadio a la altura del gigante que representa el Coloso.