En el Club América hay una exigencia innegociable. Es parte del ADN del equipo más ganador del futbol mexicano. Pero esa presión no solo viene desde el banquillo o la tribuna: muchas veces nace desde lo más alto, con el dueño del equipo. Emilio Azcárraga, presidente de Televisa, es un aficionado de corazón y alguien que siempre ha tenido una relación muy directa con los jugadores. Así lo recordó en entrevista exclusiva con Águilas Monumental el ex portero Hugo “Chato” Pineda, quien fue campeón con el América en el Verano 2002 y dejó una anécdota inolvidable.
Con un estilo relajado pero pasional, Emilio Azcárraga ha sido clave en generar identidad dentro del vestidor. Lejos de mostrarse como un directivo distante, muchos jugadores lo consideran un amigo más. Y en el caso de Pineda, incluso llegó a insultar sin querer… y lo que parecía un error terminó convirtiéndose en una amistad.
El día que Hugo Pineda insultó por accidente a Emilio Azcárraga
Durante su conversación con Águilas Monumental, Hugo Pineda relató cómo, sin querer, insultó a Emilio Azcárraga frente a todo el vestidor. La situación fue tensa… hasta que el propio Azcárraga rompió el hielo con su sentido del humor: “Una vez le hablé de usted y me dijo en broma: ‘¿Cuál de usted? Háblame de tú o te corro’. Le respondí: ‘No, cómo crees, cabrón’. Me puse rojo, todos se callaron. Luego él se rió y ya todos se rieron”, compartió Pineda.
El gesto de confianza del presidente del club marcó a Hugo, quien aseguró que ese trato cercano fue parte de lo que hizo tan especial su paso por Coapa: “Te hace sentir en casa. Juegas con amor por el equipo. Él tiene mucho que ver con eso”.
La relación que mantuvieron fuera de Coapa
Años después, Hugo Pineda dejó al América para jugar en San Luis. Pero el vínculo con Azcárraga se mantuvo más allá del uniforme: “Tuve contacto con él, una relación de amigos. Me trató muy bien. Cuando fue a San Luis, me abrazó y me dijo: ‘Lo que necesites, Huguito, dímelo’. Eso lo llevo en el corazón”, reveló el ex guardameta. Historias como esta muestran una faceta menos conocida del club más grande de México: la humana.