El pasado 17 de diciembre, el Club América retomó la actividad en Coapa para iniciar la pretemporada del Clausura 2026. Sin embargo, un vacío en los entrenamientos encendió las alarmas en redes sociales: Allan Saint-Maximin, el fichaje más costoso de la era reciente, no aparecía en las imágenes oficiales, desatando una ola de especulaciones sobre su continuidad.
La incertidumbre creció entre el americanismo al ver que pasaban los días y el atacante francés seguía sin reportar con el grupo de André Jardine. No se trataba de una oferta de última hora ni de una indisciplina, sino de un drama personal que la directiva manejó con total hermetismo para proteger a su estrella en un momento de profundo dolor.
Allan Saint-Maximin está listo para comandar el ataque
Tras el sensible fallecimiento de un familiar muy cercano, la directiva azulcrema le concedió al extremo francés días especiales para atender los servicios funerarios. Una vez cumplido este proceso, Saint-Maximin finalmente ha vuelto a reportar en las instalaciones de Coapa, integrándose de inmediato a la dinámica del primer equipo para preparar el siguiente semestre.
A través de sus canales oficiales, el club compartió postales de las últimas sesiones donde se ve al galo trabajando con intensidad a la par de sus compañeros. Su regreso es una bocanada de aire puro para el cuerpo técnico, que busca dejar atrás un 2025 para el olvido, un año en el que el equipo se fue con las manos vacías y una deuda enorme con la afición.
A diferencia del Apertura 2025, donde llegó con el certamen ya avanzado y sin ritmo, esta vez el francés podrá realizar la pretemporada al completo. Las expectativas son altísimas: se espera que, con una base física sólida, el “crack” europeo se convierta en el motor que devuelva al América al protagonismo absoluto y a la conquista de los títulos que se le escaparon recientemente.
