Los Clásicos Nacionales entre América y Chivas siempre están cargados de intensidad y polémica arbitral, más aún cuando se juegan en instancias de eliminación directa como en la Concachampions. En el partido de vuelta de los octavos de final, el América estaba buscando desesperadamente la remontada, pero una jugada en el área azulcrema encendió las críticas. Una posible mano de Sebastián Cáceres hizo que los aficionados del Guadalajara exigieran penal, pero la explicación arbitral deja claro por qué no se marcó la infracción.
Mientras los detractores del América intentaban alimentar la controversia, los criterios del reglamento y la interpretación de los especialistas demostraron que la jugada nunca debió sancionarse como penal.
La razón por la que no fue penal de Sebastián Cáceres
Según el análisis de Fernando Guerrero, ex árbitro y actual analista de TUDN, la jugada quedó automáticamente invalidada antes del contacto de Cáceres con el balón. Esto se debe a que, en primera instancia, el esférico golpeó en la mano de Gilberto Sepúlveda, defensor de Chivas. En el reglamento de la FIFA, cualquier mano ofensiva en la construcción de una jugada anula inmediatamente cualquier acción posterior, lo que significa que la jugada nunca debió proceder a revisión.
Además, el impacto del balón en el brazo de Cáceres ocurrió de manera natural, con un movimiento justificable del defensor uruguayo. No hubo intención de jugar el balón con la mano. La explicación arbitral deja sin argumentos a quienes buscaban una supuesta injusticia, reafirmando que la decisión de no marcar penalti fue completamente correcta.
Si bien los rivales del América seguirán tratando de generar polémica, la realidad es que esta jugada no dejó dudas y no tuvo influencia en el marcador final. La clasificación azulcrema a los cuartos de final de la Concachampions se dio con justicia, demostrando que el equipo de André Jardine hizo lo necesario para avanzar en la competencia.