Ex América: El obstáculo invisible que cambió el destino de Guillermo Ochoa en el futbol de Europa

¿Qué se puede decir de Guillermo Ochoa? El experimentado portero no solo es una leyenda del América, sino que además representa lo mejor de la Liga MX en las últimas décadas: renunció a su zona de confort en la portería de las Águilas y se convirtió en el primer arquero mexicano en jugar en Europa.

Por ese simple hecho, el canterano azulcrema goza de impunidad ante cualquier crítica que se le quiera hacer. Y es que ningún colega suyo pudo salir de México y darse a conocer en Europa. Ni Jorge Campos, Oswaldo Sánchez, Pablo Larios, Ignacio Calderón… Paco Memo está un escalón arriba de todos.

A todo esto se suma el prestigio internacional que se ha ganado con soberbias actuaciones en los cinco Mundiales que acumula. Todos recuerdan su atajada ante el cabezazo a quemarropa de Neymar en 2014; ni hablar de la estirada con la que evitó el gol de Toni Kroos de tiro libre en 2018.

Hay que decirlo con todas sus letras: Guillermo Ochoa es una leyenda. Pero la carrera del guardameta americanista pudo ser incluso más impresionante de lo que ha sido. No por algunos errores cometidos o por ciertos registros negativos. Su gran pesadilla fue el pasaporte comunitario.

¿En qué lo afectó el pasaporte?

Tal vez es algo que muchas veces pasa desapercibido, pero en el futbol del Viejo Continente es un obstáculo realmente importante no ser europeo por una razón: las principales ligas solamente permiten tres cupos extracomunitarios por club, lo cual redujo en gran medida las opciones del también portero de la Selección Mexicana.

Teniendo tan pocas plazas disponibles para jugadores que no contaban con el pasaporte europeo, la mayoría de los equipos dieron un paso atrás al momento de enterarse de la situación de Guillermo Ochoa. A fin de cuentas, era mucho más rentable reservar esos cupos para otras posiciones.

Es así como el campeón con el América en el 2005, terminó en equipos modestos, que no se jugaban mucho más que la permanencia en Primera División. El ex América defendió la portería de clubes como Málaga, Granada o Ajaccio, con los que no obtuvo los mejores registros en cuanto a cantidad de goles recibidos.

Si bien las goleadas le costaron muchas críticas por parte de un sector de los aficionados, lo cierto es que los grandes clubes vieron que Ochoa siempre destacaba con sus actuaciones y que las derrotas no eran su culpa, todo lo contrario: sin Paco Memo habrían sido más abultadas.

Sí hubo grandes detrás de Ochoa

Las actuaciones del mexicano no pasaron desapercibidas, como sucedió en el duelo frente a Olympique de Marsella: ¡Tuvo 13 atajadas! Sin embargo, un aspecto que despertó el interés de grandes clubes fue su precio, lo cual lo hacía una opción bastante atractiva en el mercado de pases.

Fue así como se acercaron equipos de la talla de París Saint-Germain o Napoli, que se mostraron abiertos a la posibilidad de incorporar a Guillermo Ochoa en su momento. También el Manchester United, donde Alex Ferguson lo consideraba como el reemplazo ideal para Edwin van der Sar.

Pero el ocupar una plaza de extracomunitario siempre fue un impedimento para el multimundialista con México. Es así como se le fueron cerrando puertas en los equipos más importantes de Europa, al punto que obtuvo el pasaporte europeo en 2019, ya cuando esas oportunidades habían pasado.

“Mi problema era uno solo: el pasaporte. Hasta hace tres años yo era extracomunitario y los equipos grandes difícilmente aceptan a un extracomunitario en la portería, prefieren dejar esa plaza a un delantero. Pero siempre me han buscado”, dijo el examericanista para el Corriere della Sera.

Hoy Guillermo Ochoa se encuentra sin equipo, después de haber culminado su etapa con el Salernitana. Y aunque su carrera ha sido mejor que la de cualquier mexicano en su puesto, resulta inevitable preguntarse que habría pasado hace una década si Paco Memo hubiese tenido el pasaporte europeo.