Miguel Herrera se ha caracterizado a lo largo de su carrera por ser muy temperamental y perder el control facilmente cuando los árbitros no pitan de la manera que el considera correcta.

Recientemente fue suspendido por 3 encuentros por insultar al silbante Marco Antonio Ortíz con la palabra “puto” por lo que se disculpó, pero dice que todo fue exagerado por sus antecedentes disciplinarios.

“Yo reconocí que me equivoqué cuando salí del vestidor a decirle esa grosería, que es justamente la que se está tratando de erradicar del futbol y por eso se armó todo ese revuelo”, declaró Herrera.

El Piojo admite que muchas veces tiene comportamientos que no son ideales, pero que no cree que necesite ayuda profesional para mejorar.

“Ya hice fama y me tengo que acostar a dormir, pero no creo que necesite ayuda. Ya la ayuda la pedí cuando hice todas esas tonterías. Hoy estoy pagando esas consecuencias, pero seguire concentrado para evitar. Trataré de ni siquiera mirar a los árbitros”, expresó el técnico de las Águilas.

Por último Miguel Herrera aseguró que las tres expulsiones que sufrió fueron sacadas de contexto y que solo lamenta el insulto homfóbico que le dijo a Marco Antonio Ortíz.