América lograba llegar a la segunda conquista mediante un lanzamiento penal de Sebastián Córdova, haciendo imposible la estirada del portero rival.
El centrocampista fue a quien le cometieron la falta dentro del área, fue él mismo quién tomó la pelota para patear el penal, lanzando el esférico a su palo izquierdo para darle la segunda celebración al equipo de Miguel Herrera.