El Clásico Nacional dejó una imagen que todavía retumba en Coapa. América, favorito en la previa, chocó con un Guadalajara contundente en los momentos justos. Cuando el reloj agonizaba, Alejandro Zendejas levantó a todo el estadio con un tiro libre que besó la red y encendió a la grada.
El gol llegó tarde para reescribir la historia del partido, pero regaló una postal que cambió el pulso del Estadio: una ejecución técnica, gesto frío y festejo contenido de un 10 que asumió el balón parado en la hora brava. La jugada ya circula en redes desde distintas tomas.
El otro ángulo del tremendo golazo de Zendejas
En tiempo añadido, Zendejas provocó una falta al borde del área y pidió la pelota. La cámara desde tribuna muestra la curva perfecta y, sobre todo, el detalle que partió la jugada: la apertura de la barrera rojiblanca, ese mínimo resquicio por donde el balón viajó obligado a la red. Técnica pura del americanista y pecado capital del rival. Es el tipo de golpeo que valida jerarquía en noches grandes.
A nivel lectura, el gol habla de hábito: repetición de gesto, confianza en el pie y decisión para asumir el foco. Aunque no cambió el marcador final, sí dejó una declaración de intenciones de Zendejas para el resto del torneo.
Las miradas de la tribuna: a quiénes les pasa factura el resultado
El americanismo en redes no se guardó nada: Aguirre, Lichnovsky y Jardine fueron los principales señalados tras el Clásico Nacional. La afición reclamó más filo al delantero, concentración al central y decisiones más oportunas desde el banquillo, considerando que esas falencias inclinaron la balanza en un duelo que parecía controlado.
La lectura es clara: el golpe de realidad no cambia el potencial del plantel, pero sí exige respuestas inmediatas. América no puede permitirse rendimientos por debajo del estándar del Nido, menos aún en partidos que definen orgullo, jerarquía y tabla general.