El golpe del Clásico dejó más que un marcador adverso: encendió un debate interno en el americanismo. Tras una semana que apuntaba a confirmación de jerarquía, el equipo fue sorprendido y la tribuna puso la lupa en nombres y rendimientos.
En ese termómetro, un delantero quedó en el centro de la conversación: brilla con su selección, pero en Coapa no ha logrado sostener el impacto. Para buena parte de la afición, ese contraste abre una ventana de mercado que el club debería aprovechar.
La afición del América exige vender a Rodrigo Aguirre ahora
El argumento es pragmático: Rodrigo Aguirre suma goles con Uruguay, lo que eleva su cotización; en el América, en cambio, arrastra irregularidad, rachas cortas y un historial reciente de molestias físicas. La lectura de la grada es simple: vender “en alto” antes de que el valor se diluya y liberar una plaza para reconfigurar el ataque.
En partidos cerrados, el equipo necesita asociaciones cortas y movilidad entre líneas; cuando esa pieza no ofrece continuidad, el sistema pierde filo y previsibilidad. Por eso el americanismo pide decisiones rápidas.
América con la misión de liberar plazas de extranjeros
De cara a la siguiente ventana, en Coapa pesa la administración de plazas de extranjero. Con José Raúl “Pantera” Zúñiga recién llegado y peleando minutos, la continuidad de dos nueves foráneos como suplentes luce ineficiente. El club necesita margen para reforzar zonas estratégicas y ajustar perfiles.
El plan ideal: monetizar hoy, reinvertir en un perfil que complemente a Henry Martín y potencie a los extremos, o blindar otra línea clave. La ecuación es deportiva y financiera.