Los inicios nunca son fáciles, sobre todo para los jugadores que tienen que cambiar de país y llegan a un lugar donde no solamente son extranjeros, sino que tienen que atravesar por un proceso de adaptación complicado que cambia radicalmente su estilo de vida y tiene muchas barreras para lograr esa adaptación, una de ellas es el idioma.
Este ha sido el caso del último refuerzo del Club América, Javairo Dilrosun, que llegó a las Águilas provenientes del Feyenoord de Rotterdam en los Países Bajos, a la institución más ganadora en la historia del futbol mexicano, pero arribó al equipo de Coapa si nunca haber pasado por el futbol español, que podría haber sido un paso intermedio para conocer un poco la cultura y el idioma.
Desde sus primeros minutos con el Club América ha quedado claro que Javairo Dilrosun tiene un enorme talento con el que puede marcar la diferencia en el futbol mexicano y los seguidores del Club América rápidamente esperaban que se hiciera con la titularidad, pero al neerlandés le ha costado algunos partidos más desenvolverse, hasta que finalmente ha conseguido realizar una gran jugada que seguramente le dará muchos puntos de confianza.
Javairo Dilrosun se hace notar con su gran jugada con el Club América
El Club América estaba siendo parcialmente derrotado por el Atlas FC en el duelo correspondiente a la jornada 10 del Clausura 2024 de la Liga MX, después de haber desperdiciado un penal que pudo haber hecho la igualdad antes, pero las cosas tenían que darse de otra manera para que las Águilas pudieran empatar el marcador y sería por la vía del neerlandés.
Javairo Dilrosun tomó la pelota desde la banda derecha y encaró al lateral izquierdo del Atlas FC, al que trató de dejar atrás en más de una ocasión, pero no pudo hacerlo en primera instancia y tuvo que tirar de más recursos técnicos para conseguirlo. Siendo paciente y mostrando las grandes cualidades que tiene, finalmente pudo liberarse de su marca, para así centrar el balón.
Demostrando también tener una buena visión de campo percibió la llegada de Julián Quiñones al segundo palo y el delantero de las Águilas únicamente tuvo que empujar el balón que ya le había puesto el neerlandés, para así, hacer la primera conexión entre los dos compañeros, que han demostrado llevará bien fuera de la cancha, y dentro de ella comienzan a conectar.