Sí, es cierto que el América no llegaba en el mejor momento. También es cierto que Cruz Azul es el equipo más en forma de la Liga MX. Pero la masterclass de André Jardine inclinó la balanza en favor de las Águilas, que se quedaron con el Clásico Joven por 1-0 en la Jornada 8 del Clausura 2024.
Y es que aunque los resultados determinan el éxito o fracaso de un entrenador, lo que más valor le da al conductor de un equipo es saber con qué escenario se encontrará y lo que propondrá el rival. Esto le permite estar un paso adelante y diseñar una estrategia ideal para dicho contexto.
Eso fue lo que sucedió con André Jardine en el Clásico Joven. El director técnico del América sabía cuál sería el planteamiento de Cruz Azul y tomó las decisiones pertinentes para contrarrestarlo. Así llevó el partido al punto que más le convenía a las Águilas y quedarse con los tres puntos en el Estadio Azteca.
El gol de Julián Quiñones fue suficiente para que el América saliera airoso de uno de los partidos más exigentes en lo que va de semestre, quedando a tan solo un punto de la cima. En Águilas Monumental te explicamos, paso a paso, cómo André Jardine diseñó el plan para sorprender a Cruz Azul.
Entregarle el balón a Cruz Azul
Aquí comenzó todo: entender que un partido de ida y vuelta solo le convenía a la Máquina. América viene de jugar una gran cantidad de partidos en pocos días y el equipo, al menos en lo físico, no está en su mejor momento. Por eso la idea de ceder la iniciativa y atraer a Cruz Azul a campo propio.
Al conseguir que los Cementeros adelantaran sus líneas, América tenía suficiente margen para atacar los espacios y explotar la velocidad de sus atacantes: Diego Valdés, Alejandro Zendejas, Julián Quiñones y Henry Martín. Esto explica por qué las Águilas generaron tantas ocasiones sin dominar la posesión del balón.
También es necesario destacar que el planteamiento demandó un juego directo por parte de los jugadores americanistas. Por eso el equipo no elaboró como en otras ocasiones y siempre profundizó con un juego vertical, de pocos pases y muchísima intensidad. El primer tiempo fue un tsunami azulcrema.
Atacantes con compromiso defensivo
En el América todos defienden, pero los atacantes defienden aun más. Cruz Azul cuenta con dos carrileros que se proyectan con mucho criterio al ataque para la superioridad numérica en las bandas, por lo que André Jardine necesitaba dos extremos que dieran una mano a los laterales.
Es por eso que Javairo Dilrosun no vio minutos. América fue un equipo mucho más compacto con la colaboración de Alejandro Zendejas y Julián Quiñones, quienes se vieron muy implicados en esta tarea. André Jardine acertó con ambos y el equipo no sufrió por los costados.
Todo esto sin mencionar el importante desgaste que hizo Henry Martín. A pesar de que La Bomba no tuvo el acierto de otras noches frente a la portería, lo cierto es que el delantero fue muy solidario con sus compañeros y en ocasiones bajó varios metros para marcar al central cementero que se sumara al ataque.
Comprimir el mediocampo
André Jardine se trazó un objetivo muy claro para esa zona: no dejar que Carlos Rodríguez recibiera cómodo. Charly es el cerebro de Cruz Azul y la creatividad de la Máquina pasa por sus pies, motivo por el que América siempre tuvo varios elementos cerca del volante cementero.
Esto llevó a Cruz Azul a descansar en sus centrales y buscar otras opciones menos confiables en campo americanista. Es así como aparecieron todas las imprecisiones que se vieron en los primeros 45 minutos, dando origen a los rápidos contragolpes del campeón de la Liga MX.
La Máquina no tuvo más remedio que intentar con los remates de Gonzalo Piovi o los constantes centros de los costados. Aunque en algunas ocasiones llevaron algo de peligro, lo cierto es que estas fueron acciones desesperadas. Sin Charly manejando los hilos, Cruz Azul nunca encontró claridad en su juego.
Presupuesto de minutos
Un planteamiento de este tipo demanda un importante desgaste físico de los jugadores del América durante los 90′. André Jardine ha puesto atención en ese sentido y por eso ha realizado las rotaciones, pero siempre con un límite de minutos para cada jugador.
Así lo dio a conocer Julio Ibáñez, periodista de TUDN, durante la transmisión del partido. El comunicador aseguró que André Jardine destinó una cantidad de minutos a cada uno de los futbolistas del América, con la idea de mantener al equipo fresco y que no se viera superado en intensidad.
Esa es la explicación del ingreso de jugadores como Kevin Álvarez, Jonathan Rodríguez y Brian Rodríguez sobre el final. Los costados tenían una enorme importancia y André Jardine sabía que Cruz Azul insistiría por esa vía; sin embargo, las Águilas nunca tuvieron concesiones en ese sentido.
América tiene un calendario muy exigente y esto es una carrera larga a la que todavía le faltan muchos metros para llegar a la meta. A veces, como frente a Mazatlán, hay que dosificar a la plantilla; otras, como frente a Cruz Azul, hay que preparar un partido diseñado para correr de principio a fin. Punto para André Jardine.