En Coapa no todo es brillo ni liderato. Mientras el primer equipo pelea por la cima del Apertura 2025, la cantera del América vive una de sus peores crisis en años. A tres jornadas del cierre, el club aún no cumple con la regla de menores y la realidad detrás de eso es preocupante.
Pese a la exigencia de sumar 1170 minutos con futbolistas jóvenes, André Jardine ha evitado apostar por la cantera. No es terquedad: la categoría Sub-21 atraviesa un torneo desastroso que explica por qué el técnico brasileño confía tan poco en sus fuerzas básicas.
El América Sub-21, hundido en la tabla y sin jugadores listos para el primer equipo
El equipo juvenil, dirigido por Rodrigo Méndez, ocupa la posición 11 del torneo con apenas 19 puntos en 15 jornadas, fuera de zona de Liguilla y con un rendimiento preocupante. Acaba de ser goleado por Mazatlán Sub-21, un rival que está en los últimos lugares.
En ese contexto, Jardine tiene las manos atadas: sus opciones se limitan a Miguel Vázquez y Patricio Salas, dos jóvenes que están sumando minutos solo para evitar sanciones, no por méritos futbolísticos. La cantera no produce, el técnico no confía y la directiva observa con preocupación cómo se repite un patrón que el club no logra corregir.
La falta de talento juvenil no solo amenaza el cumplimiento de la regla de menores, sino que deja al América sin relevo generacional. Un problema estructural que contrasta con la exigencia de un club que presume grandeza, pero que hoy carece de futuro en su propia base.
