El Club América es considerado el equipo más grande del futbol mexicano, y no es para menos. Con 40 títulos oficiales, ningún otro equipo en la Liga MX se acerca a esta cantidad, consolidando su estatus como el más ganador. Los trofeos obtenidos a lo largo de su historia son prueba contundente de la grandeza de las Águilas, diferenciándolas del resto de los clubes del país.
Además de los títulos, otro argumento importante es el dominio del América en sus tres grandes rivalidades: el Clásico Nacional contra Chivas, el Clásico Capitalino frente a Pumas, y el Clásico Joven contra Cruz Azul. En la mayoría de estos enfrentamientos, el América ha salido victorioso, o al menos ha empatado, reafirmando su superioridad en el futbol mexicano. Con esta presión constante, se espera que el equipo llegue siempre a las instancias finales y cualquier otro resultado se considera un fracaso.
Recientemente, las Águilas ganaron la Campeones Cup, pero según Richard Sánchez, ese logro no fue suficiente para algunos críticos y aficionados. El mediocampista paraguayo explicó que la grandeza del América no solo se mide por los títulos, sino también por las altas expectativas que siempre rodean al equipo.
Richard Sánchez y la exigencia constante en el América
En una entrevista con el Diario Récord, Richard Sánchez dejó clara la obligación que tiene el América de ganar cada título que disputa. “Nosotros trabajamos esa semana de la mejor manera. Teníamos que ganar ese título (Campeones Cup) como sea, el América está obligado a ganar todos los títulos que se le presente. Si no lo hubiéramos ganado, estarían hablando de nosotros toda la semana”, comentó el paraguayo.
Sin mencionarlo, Sánchez subrayó que, a pesar de haber ganado la Campeones Cup, muchos antiamericanistas minimizaron el logro, calificando el trofeo como de poca relevancia. Sin embargo, la realidad es que el América, por su historia y prestigio, siempre está bajo la lupa, y cualquier título que no gane se convierte en motivo de críticas y señalamientos.
La diferencia entre el América y otros clubes radica en esa exigencia implacable. Mientras otros equipos pueden permitirse años sin títulos sin recibir demasiadas críticas, el América no tiene ese margen. La grandeza del club no solo se mide por los trofeos, sino por las expectativas y la presión que siempre acompañan a cada uno de sus torneos.