En el América la competencia interna no perdona. Un club que exige máximos cada semana convirtió a Kevin Álvarez uno de los refuerzos más costosos de su historia en tercera opción en el lateral derecho, desplazado por el impulso de la cantera y por su propio bache.

La presión llegó con nombre y apellido: Dagoberto Espinoza. El canterano se ganó minutos en juegos grandes y encendió un espejo incómodo. Ante ese contexto, Álvarez dio una señal: entrar, impactar y recordar por qué su ficha prometía jerarquía.

La jugada de Kevin Álvarez que encendió al americanismo

Ante Atlas, Kevin entró de cambio y dejó una acción que viró el partido: irrupción por derecha y asistencia para el gol de Álvaro Fidalgo. Agresividad, lectura del espacio y ejecución limpia en zona caliente: eso se esperaba de él.

Más allá del highlight, mostró decisiones simples y ritmo competitivo: temporizó cuando tocaba, atacó el carril exterior y sostuvo duelos. En un América que suele enfrentar bloques bajos, ese perfil de profundidad y centro tenso es diferencial.

¿Álvarez se juega su continuidad este torneo?

Antes del Apertura 2025 su nombre estuvo en la lista de posibles salidas, pero no hubo oferta convincente y el cuerpo técnico mantuvo la apuesta. La competencia, sin embargo, no afloja: Espinoza empuja y cada minuto pesa doble.

El camino para Kevin es concreto: sostener intensidad defensiva y volver a ser productivo en el último tercio. Si repite partidos como el del Jalisco, la pelea por la titularidad se reabre; si no, la inercia lo arrincona.