En pocos minutos, Darwin entregó las dos asistencias para el triunfo en Morelia.
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El partido no terminaba de destrabarse. América tenía el control del juego pero carecía de profundidad, de desequilibrio, de asistencia. Y a los 17 del complemento, Ricardo La Volpe decidió incluir al rápido Darwin Quintero por un pálido Oribe Peralta. Decisivo, el colombiano entregó las dos asistencias, con habilidad y agilidad de por medio, para la victoria 0-2 en Morelia.
Rinde mucho mejor desde la banca. ¿Por qué?
Ocurre que cuando el Director Técnico confía en el Científico desde el arranque, el atacante casi no influye en el juego. No desborda, no protagoniza los ataques y mucho menos se hace presente en el marcador. Caso extraño el de Quintero, quien muestra chispazos de talento de a ratos pero nunca termina de explotar con la azulcrema.
Sería genial que este tipo de maniobras que deslumbraron a todos en el Morelos las hiciera más seguido. Y desde el comienzo, claro.
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Sus números en apenas media hora:
