Peláez dialogó con los jugadores antes del entrenamiento y les pidió no hablar públicamente. Pablo Aguilar presenció la charla y luego se marchó sin entrenar.
La mañana en Coapa comenzó con un episodio fuera de la común, ya que el cumpleaños Ricardo Peláez reunió al plantel y brindó una charla que se extendió unos quince minutos.
América se llamó a silencio y no quiere hablar con la prensa
El directivo tomó la palabra algunos minutos y luego se la cedió al Pablo Aguilar. El último hablar fue el técnico Ricardo La Volpe, quien al terminar de exponer su parte, fue aplaudido por el grupo.
Luego del cónclave, el defensa paraguayo conversó a solas con el presidente deportivo de las Águilas y después se retiró, sin formar parte del entrenamiento, que tuvo el regreso de Paul a la dinámica grupal.
La postura del América en general es mantenerse callado ante los acontecimientos. No habrá declaraciones de directivos, cuerpo técnico y jugadores acerca del severo castigo a Aguilar que aplicará en todo el mundo.
Es por eso que tanto los futbolistas como el entrenador, al finalizar la práctica, se retiraron sin dar declaraciones a la prensa.