Luego del infarto cerebral que sufrió en 2008, Carlos Sánchez reclama al club para que cumpla con sus responsabilidades.
La vida de Carlos Sánchez sufrió un cambio radical en agosto de 2008, cuando sufrió un infarto cerebral entrenando con el América, lo que lo obligó a poner punto final a su carrera como futbolista.
El club se hizo cargo de los gastos médicos y luego realizó una serie de acuerdos, que según el exdefensa no se han cumplido, razón por la cual ha acudido a la justicia.
Fue un daño moral y por la negligencia club que tuvo el club al afectarme a mi persona y a mi integridad física
“Es una demanda por la vía civil para seguir peleando por justicia por el daño que me provocó la acción del club de no haberme atendido a tiempo. En sí fue una negligencia médica y luego el club falló en los acuerdos que teníamos pactados sin importar que había acuerdos firmados”, compartió el ex futbolista en entrevista con ESPN Digital.
“Al no tener acceso al seguro social, no tenía ningún acceso a atención médica ni a una indemnización y el primer acuerdo es que el club iba a absorber esto y que me iba otorgar un empleo para subsanar el no contar con un seguro social, además de que me iban a brindar atención médica. Se firmó el acuerdo en 2010 y duró hasta diciembre de 2012 que es el momento cuando había que renovar el acuerdo, me encuentro con la sorpresa de que no lo respetaron y por instrucciones de las altas esferas de la empresa, en el jurídico de Televisa me informaron que ya no era parte de la empresa y que siguiera mi camino por otro lado”, explicó.
“Ya se había hecho una por la vía laboral y ahora otra por la vía civil. Fue un daño moral y por la negligencia club que tuvo el club al afectarme a mi persona y a mi integridad física”, aclaró.
Lamentablemente, Sánchez ha recibido amenazas para evitar que siga adelante con su proceso judicial.
No hay cartera que soporte un padecimiento como el mío, no hay economía que subsane eso
“Luego recibí muchas amenazas de que no debía estarme peleando con el club y me dejaron entrever que podían manejar a cualquier autoridad para que resolvieran a su favor y yo no tuviera nada que hacer”, expuso.
“No hay cartera que soporte un padecimiento como el mío, no hay economía que subsane eso. Me encuentro bien, trato de llevar una vida lo más normal posible, aunque es difícil con mi padecimiento”, agregó.
“Tomé el curso de entrenador que hice por tener la promesa de ser entrenador en el América, lo terminé, me capacité y quería seguir ligado al futbol, quería compartir mi paso por ahí y la experiencia de vida que me tocó. Estuve colaborando con algunos compañeros en algunas escuelas de futbol y colaborando en casa”, concluyó.
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