Noviembre apenas está comenzando y el América jugará este sábado ante Cruz Azul su último partido oficial del 2011, que a su vez, deberá ser el último juego con la camiseta de las Águilas para varios de sus futbolistas. Ya hemos hablado mucho de la pésima campaña del América en el Apertura 2011. En este mismo espacio hemos expresado lo que consideramos que está mal en el club, los que creemos responsables de esta situación y lo que tendría que cambiar para que este equipo deje de pasar vergüenzas como ocupar el penúltimo lugar de la tabla. Así que por hoy nos vamos a enfocar única y exclusivamente en los jugadores que se deberían estar despidiendo de la institución azulcrema una vez que el árbitro decrete el final de los 90 minutos en el Estadio Azul, y al mismo tiempo, el final de la temporada para el América. Comenzando por la portería. En lo personal, fui de los que consideraban que Armando Navarrete merecía su oportunidad de ser el titular del equipo tras la salida de Ochoa. Sigo sosteniendo que fue lo más justo. Sin embargo, es innegable que no cumplió con las expectativas y que a pesar de su incuestionable profesionalismo, le quedó grande la portería americanista. En este caso en particular, lo dejaría en el plantel pero para respaldar al joven que sea designado como titular, llámese Hugo González, Leonín Pineda o Carlos López. En la defensa, uno de los puntos más débiles del equipo, hay varios que ya están cantados. Juan Carlos Valenzuela, por ejemplo, es un jugador común y corriente del futbol mexicano, uno que en sus inicios prometía bastante pero que se fue quedando como uno más en la liga y en el América lleva tres años dejando claro que no está hecho para este equipo. Miguel Layún nunca debió llegar, nunca debió durar más de un torneo y mucho menos dos años y medio. Su permanencia no tendría ningún tipo de justificación, máxime cuando no recuerdo haberlo visto jugar un solo minuto en este torneo. Tiene un extraordinario representante que lo llevó al Atalanta de Italia y al América, así que no debe tener problema en encontrar trabajo. El regreso de Edgar Castillo nunca me lo pude explicar, pero todo es posible en el club de las segundas oportunidades y las oportunidades fáciles. El “Gringo” aportó poco y nada desde la lateral izquierda, una posición en la que el América debería ser capaz de producir sus propios jugadores. Dicho esto, también incluyo al lateral derecho Paul Aguilar, que después del Mundial no se ha destacado ni en Pachuca ni en América. Si la intención es renovar al equipo, entonces también optaría por dejar ir a Mosquera. Ya lo he dicho, es bueno, pero lo trajeron para liderar una defensa sólida y en dos años y medio la constante siempre fue la “defensa de plástico”, como diría Reyna. En la mitad de la cancha hay otros tantos que no deben volver a Coapa después de las vacaciones. Uno de ellos es Daniel Montenegro. América necesita jugadores de 100 por ciento y no de 50, 60 u 80 en sus mejores días. Una lástima que no haya explotado todo su potencial en este equipo, tiene talento pero lo muestra de vez en cuando. Como dije la semana pasada, entre Rosinei y Jesús Molina sólo debe de quedar uno que acompañe a Diego Reyes en la contención y que lo pueda cubrir cuando el juvenil no esté por algún motivo. No es necesario dar motivos para la salida obligatoria de un jugador como Juan Carlos Medina, que en los últimos meses sólo apareció en la foto oficial del equipo. Un caso aparte es el de Ángel Reyna, cuya calidad como futbolista está fuera de discusión, pero que existen argumentos disciplinarios para justificar su posible salida. Si la decisión estuviera en mis manos, lo dejaría en el plantel bajo el ultimátum de que es momento de concentrarse en jugar y sólo en eso. Sea cual sea, no me parece una decisión fácil para el que la tenga que tomar. Llegamos a las posiciones de ataque y aquí existen dos casos que sobresalen. Primero, el de Matías Vuoso, otro que recibió una segunda oportunidad de la nada y que claramente dejó su mejor momento hace muchos años. No encuentro argumentos válidos que justifiquen su estadía. Se tiene que ir, al igual que Vicente Sánchez, quien demostró muy poquito de lo que alguna vez vimos en Toluca cada fin de semana. Al uruguayo lo superó la situación y lo demostró con su expulsión absurda la semana pasada en Torreón, cuando su equipo más lo necesitaba. Pienso que Daniel Márquez se atoró en un buen prospecto, nunca me pareció un jugador destacado y ya hace rato dejó de ser un juvenil. Su aporte hoy no es más que el de meterlo en los últimos minutos buscando un gol desesperado con centros desde cualquier parte de la cancha. No lo veo haciendo más que eso y por eso considero que debe salir. El resto son jugadores jóvenes, unos más que otros, que se merecen la oportunidad de continuar en un nuevo proyecto que les dé mayor protagonismo y no los deje olvidados en la banca y en la Sub-20. En fin, uno más o uno menos, pero la mayoría de los jugadores mencionados tienen razones de peso para abandonar el América ni bien termine el partido del sábado contra Cruz Azul. La situación es crítica y amerita una renovación profunda. La próxima semana hablaremos sobre los que deben llegar. Tu opinión nos interesa, compártela con respeto. Por Artemio Flores, Director Editorial de AméricaMonumental.com Twitter:@Arte_FloresMtz Foto: Mexsport