Michael Arroyo fue una de las piezas angulares del América que levantaron el título de Liga MX el 14 de diciembre de 2014 ante Tigres, en una fiesta que el comenzó al marcar un golazo que sigue fresco en la retina de todos los americanistas.
El ecuatoriano ganó un par de Liga de Campeones de la Concacaf y fue traspasado al Gremio de Brasil, un movimiento que representaba un paso muy importante en su carrera que iba con proyección para Europa, pero su paso por Brasil no fue positivos, las lesiones evitaron que pudiera demostrar su mejor juego y nunca se pudo adaptar por lo que tuvo que regresar a su país.
Micky regresó a donde todo comenzó, fichó con el Barcelona de Guayaquil donde empezó a dejar muy buena imagen y que estaba sobre el nivel promedio de la liga, pero un error cambiaría el curso de su carrera.
Arroyo dio positivo en Doping por hidroclorotiazida por segunda vez en su carrera, por lo que al ser reincidente, la Federación Ecuatoriana de Futbol decidió suspenderlo de la actividad profesional por un año.
Actualmente la sanción acaba de terminar y a sus 32 años de edad está buscando retomar su carrera y ya hay varios equipos que han mostrado interés en el veloz delantero, entre ellos el América de Cali y el Atlético Nacional, ambos del futbol colombiano.