Aunque dejó al Club América hace ya varios años, la afición azulcrema sigue recordando con cariño a Agustín Marchesín, quien tras su paso por el futbol de Portugal, España y Brasil, recaló en uno de los gigantes de Argentina: Boca Juniors. En su primer Superclásico ante River Plate, Agustín Marchesín vivió una montaña rusa de emociones, dejando un error que rápidamente se viralizó en las redes sociales y que terminó siendo determinante en el resultado.
El portero argentino había generado mucha expectativa entre los aficionados Xeneizes, pero su actuación dejó sentimientos encontrados. Especialmente tras una jugada que, sin duda, quedó marcada como uno de los momentos clave del partido más importante del futbol argentino.
El error de Agustín Marchesín que le costó la derrota a Boca Juniors contra River
Todo sucedió alrededor del minuto 25, cuando River Plate tuvo un tiro libre peligroso en los linderos del área. Franco Mastantuono, la joya de apenas 17 años de River, tomó el balón y disparó directo a portería. El disparo, aunque potente, parecía atajable, pero Marchesín reaccionó tarde y no pudo evitar que el balón se colara en su arco.
El error fue duramente criticado en redes sociales, especialmente por la forma en que el balón entró, dejando la sensación de que el ex portero del América pudo haber hecho más para evitar el primer tanto del Superclásico. Ese gol terminó marcando el rumbo del partido en favor de River Plate.
La brillante actuación de Marchesín pese al error en el Superclásico
A pesar de ese fallo puntual, Agustín Marchesín no se derrumbó mentalmente y terminó teniendo una actuación destacada. El ex arquero azulcrema registró siete atajadas, varias de ellas de altísimo grado de dificultad, evitando una derrota más abultada para Boca Juniors.
Con 37 años de edad, Marchesín demostró que sigue siendo un guardameta confiable, y que su experiencia es vital para Boca en partidos de máxima exigencia. Más allá de la crítica puntual, su actuación global dejó buenas sensaciones para los aficionados del cuadro Xeneize… y para aquellos azulcremas que todavía lo siguen de cerca.