El América sobrevivió a una noche brava en Monterrey y salió con un punto que sabe a carácter. En el tramo final, Ramón Juárez se elevó, cabeceó y encendió a la nación azulcrema. La postal posterior hizo el resto.

Brazos abiertos, carrera hacia el banderín y un grito que rasga la tribuna: la celebración de Ramón Juárez devolvió a la memoria a Alfredo Tena, emblema de la época dorada. El canterano lo festejó con alma y, de paso, celebró su renovación hasta 2029.

Un festejo que encendió la memoria azulcrema

En los 80 y 90, Alfredo “Capitán Furia” Tena impuso un sello: firmeza atrás, liderazgo y un ritual de gol inconfundible. Lo de Juárez ante Rayados calcó esa mística: brazos extendidos y carrera desafiante. En redes, la afición conectó los puntos y ovacionó el guiño.

Más que nostalgia, fue mensaje: la cantera sigue latiendo y uno de los suyos está listo para cargar con noches pesadas. Con dos tantos en el semestre y despliegue en ambas áreas, Juárez compite para quedarse con el puesto.

Jardine baja la espuma: rotaciones y competencia interna

Tras el juego, André Jardine aplaudió a Juárez, pero dejó claro que habrá rotaciones y que la experiencia de otros centrales sigue contando. El brasileño quiere jerarquía y firmeza conviviendo en la zaga, no un solo indiscutible.

Juárez gana galones y la defensa gana opciones. En modo torneo largo, el América necesita piernas, duelos aéreos y liderazgo. Si el canterano mantiene este nivel, y esas apariciones decisivas, la conversación de la titularidad se reabrirá cada semana.