Coapa necesitaba un golpe anímico y lo encontró en el aire: Ramón Juárez se elevó en el BBVA para firmar el empate y dejar una imagen que ya circula por todos lados. Sí, le ganó el cabezazo a Sergio Ramos, y el americanismo explotó.
Más allá del punto, la postal dejó huella. El canterano, recién renovado, celebró con furia y prendió al vestidor en un cierre bravo de torneo. En redes, el juego de palabras llegó solo y lo bautizó con un mote que pide pista.
“¿90 y Ramón?” El mote que explotó en redes y la presión por su titularidad
La tribuna recordó aquel apodo que acompañó al zaguero español en sus noches grandes y lo versionó para Coapa: “90 y Ramón”. El guiño no es menor: remate decisivo, carácter y timing de central goleador.
Con el impulso del gol y el envión popular, la conversación volvió al mismo punto: ¿debe Juárez ser intocable en el once titular? La afición aprieta; el canterano responde cada vez que le toca.
Jardine enfría la euforia: rotaciones, jerarquía y competencia interna
André Jardine, pragmático, bajó las revoluciones tras el partido: habrá rotación en la zaga y el peso de la experiencia cuenta. La competencia con Igor Lichnovsky y Sebastián Cáceres continúa abierta.
El mensaje es claro: nadie se sube al caballo por un cabezazo, pero el gol y el nivel de Juárez alimentan la discusión. Para la Liguilla, cada centímetro en las dos áreas vale oro.