Estar en el Club América no es para cualquiera. El americanismo sabe que portar la camiseta implica rendir al máximo sin excusas: aquí no hay margen de error, y cada partido es un examen público. Cuando un jugador no responde, la crítica es inmediata y sin contemplaciones.
Ese es el escenario que vive hoy Rodrigo Aguirre, delantero azulcrema que mientras en Coapa recibe cuestionamientos por su nivel, en su país fue reconocido como un héroe inesperado. En cuestión de días, pasó de ser señalado en México a celebrado en Uruguay.
Uruguay lo eleva mientras en América lo revienta
Mientras el americanismo pone en duda sus condiciones, Marcelo Bielsa lo ha convertido en pieza fija en las convocatorias uruguayas. En el último encuentro de eliminatorias, Aguirre marcó un gol clave que aseguró la clasificación celeste al próximo Mundial. La propia Selección de Uruguay lo etiquetó en redes sociales como “héroe”, generando un contraste brutal con lo que vive en Coapa.
Ese doble discurso deja claro lo distinto que puede ser el futbol: lo que para un país es orgullo, para otro es motivo de reclamo. En América se exige más, mucho más, y cada actuación por debajo del nivel esperado se convierte en un motivo para encender la crítica.
Aguirre se juega su futuro en el América
El rendimiento del uruguayo en el Apertura 2025 será definitivo. Según trascendió, su continuidad está condicionada: de no levantar el nivel, podría vivir su último torneo con las Águilas. La directiva no ve viable mantener a dos delanteros extranjeros suplentes, Aguirre y la “Pantera” Zúñiga, por lo que solo uno tendría espacio para el Clausura 2026.
El reto es claro: Aguirre debe demostrar en la cancha lo mismo que refleja con su Selección. En Coapa saben que el tiempo de espera se acaba y que el americanismo no perdona. Entre la presión del club más grande de México y la confianza de un país, el uruguayo está obligado a definir cuál versión de sí mismo pesará más en el futuro inmediato.