Leo Suárez es un jugador que llegó a América a los 23 años de edad, todavía joven, pero con un recorrido de consideración en el futbol toda vez que a los 18 años dejó su natal Argentina para cumplir el sueño de jugar en Europa, donde probó suerte en La Liga de España en diferentes clubes, aunque sin lograr la consolidación.

El mediocampista hizo todo un proceso de divisiones inferiores en Boca Juniors, equipo que lo formó y con el cual debutó, pero no tuvo la posibilidad de tener una temporada completa. Con apenas minutos en dos partidos, llamó la atención de Villarreal y de ahí, estuvo en clubes como Valladolid y Mallorca.

Durante una plática con Águilas Monumental, Leo hizo un ejercicio de retrospectiva y realizó algunas confesiones, como el hecho de que no esperaba que tan pronto lo llamaran del viejo continente porque de alguna forma, le hubiese gustado tener un proceso un tanto más largo con los Xeneizes, con quienes dicho sea de paso, encuentra similitudes en lo que hoy vive con América.

Esto es así, el futbol es así. Cuando menos te lo esperas pasa así. Fue raro irme muy temprano, tuve la oportunidad muy chico de irme a Europa; por ahí me hubiese gustado que fuera diferente, pero esto es así y si el destino quiso que me fuera muy chico, así fue. Disfruté mucho mi paso por Europa, pero si me pongo a pensar, por ahí me hubiera gustado jugar un tiempo más en Boca porque el mundo Boca es parecido a América en gente, lo que es. Me hubiese gustado disfrutarlo un poco más, pero ahora estoy acá, estoy muy feliz y disfruto mucho”, manifestó.

LAS LESIONES FUERON UN OBSTACULO

Más allá de las condiciones futbolísticas por las que Leo llamó la atención en el Submarino Amarillo, la realidad es que pasó por lesiones complicadas que no le permitieron explotar todo su potencial en el terreno de juego, sobre todo una rotura de ligamento cruzado que lo tuvo sin jugar varios meses.

A pesar de eso, se queda con lo positivo de su experiencia en España, como el paso por Mallorca en donde se sintió valorado por el club en el cual le tocó obtener el ascenso a la Primera División. Después de eso, vino la oferta de América y la anhelada estabilidad que en México logró encontrar.

Suárez llegó muy joven al Submarino Amarillo. (Foto: Villarreal)

En España no me respetaron las lesiones. Tuve el cruzado, tobillo. Siento que la etapa en Villarreal fue muy buena, me fue muy bien, pero las lesiones no me respetaron. Tuve la oportunidad de salir cedido a Valladolid, también me fue muy bien; tuve la oportunidad de poder ir a Mallorca, me gustó el proyecto, el interés que en ese momento tuvieron el entrenador y el club, siempre me hacían notar que me querían; me decanté por ir seis meses y la verdad fue una de las mejores cosas que hice, lo disfruté mucho, ascendí con Mallorca, esa ciudad fue una locura. Después me tocó venir para acá y pude tener esa estabilidad que por ahí quería. Ahora disfruto cada minuto que pasa”, sentenció.

EL REGRESO A EUROPA LO DEJA EN MANOS DEL DESTINO

Finalmente, al ser cuestionado sobre la posibilidad de un regreso a Europa o una sensación de revancha en ese futbol, Suárez dejó claro que “el destino dirá. Yo por ahora estoy muy feliz acá y me encantaría seguir acá por mucho tiempo porque el mundo América es algo hermoso”, concluyó.