La pasión por el Club América no solo está presente en su afición, sino también en su dueño, Emilio Azcárraga, quien vive cada partido con una intensidad única. Jorge “Burro” Van Rankin, conocido por su fervor azulcrema y su cercanía con Azcárraga, compartió en una reciente entrevista detalles sobre cómo el empresario experimenta los momentos de mayor tensión, especialmente cuando las Águilas pierden.
Van Rankin, invitado al programa ‘Faitelson sin Censura’, reveló la manera en que Azcárraga reacciona ante derrotas importantes. Aunque la frustración es evidente, el dueño del América no tarda en reponerse, demostrando el equilibrio emocional necesario para dirigir al club más exitoso del futbol mexicano.
Así vive Emilio Azcárraga las derrotas del América
Según Van Rankin, Azcárraga evita intervenir directamente durante los partidos, incluso en los más cruciales. “Cuando pierde una final, se molesta, pero al cabo de dos minutos ya está tranquilo. Yo, en cambio, me la paso enojado toda una semana”, comentó el conductor, evidenciando el contraste en sus reacciones. Pese a la intensidad del momento, Azcárraga se mantiene al margen de decisiones técnicas, confiando plenamente en el cuerpo técnico y los jugadores.
Van Rankin relató que, a pesar de su cercanía con Azcárraga, nunca lo ha visto interferir con el equipo en pleno partido. “He estado en su palco y me dan ganas de decirle: ‘Baja y cachetea a esos jugadores que están jugando mal’, pero Emilio nunca se mete. Él sabe cuál es su lugar” , añadió, destacando la profesionalidad del dueño al dejar la dirección técnica en manos de los entrenadores.
El gesto de Azcárraga con la afición del América
Uno de los momentos más emotivos que Van Rankin recordó fue la final del Clausura 2013, cuando América venció dramáticamente a Cruz Azul. Tras la histórica remontada, Azcárraga protagonizó un gesto que quedó grabado en la memoria de los aficionados: se quitó la camiseta y la lanzó a la Monumental, una barra del club. “Eso es pasión”, expresó Van Rankin, resaltando la conexión del empresario con la hinchada.
Para Azcárraga, la relación con la afición es fundamental. Este tipo de detalles no solo fortalecen el vínculo entre el club y sus seguidores, sino que también reflejan el compromiso del dueño con el equipo . En momentos de victoria o derrota, su pasión inquebrantable es un ejemplo para todos en Coapa.