La Liga MX entra en pausa por la Fecha FIFA de septiembre y la Selección Mexicana volverá a escena con amistosos en Estados Unidos. En la lista aparecen piezas del América como Luis Ángel Malagón y Erick Sánchez; en cambio, nombres como Israel Reyes o Ramón Juárez se quedaron fuera y no lo ocultaron del todo.

Quien encendió otra mecha fue Julián Quiñones. El ex azulcrema no publicó un reclamo abierto, pero sí reaccionó en redes con un emoji reflexivo a un posteo de su club destacándose como goleador. Para muchos, fue un mensaje con destinatario: Javier Aguirre.

¿Fue una pedrada a Javier Aguirre o simple guiño de confianza?

La lectura más extendida entre aficionados y analistas es que el gesto apuntó al timonel del Tri por no llamarlo pese a su buen momento. Quiñones venía compitiendo con regularidad y sumando números en su liga; la ausencia, por tanto, abrió el debate. Sin frase incendiaria ni texto directo, el emoji “pensando”.

También hay otra orilla: la del futbolista que refuerza su propio estatus sin buscar polémica. El contexto, sin embargo, lo empuja al radar del Tri y a la conversación pública justo cuando México ajusta piezas rumbo a 2026.

¿Con quién juega México y qué busca en esta ventana?

El Tri tiene dos pruebas de nivel ante Japón y Corea del Sur el 6 y 9 de septiembre, en suelo estadounidense. Son selecciones mundialistas, dinámicas y de alto ritmo: escenarios ideales para calibrar presión tras pérdida, salidas desde el fondo y la eficacia en transiciones. Aguirre medirá jerarquías y encajes de cara al ciclo que corre.

Para el americanismo, el foco doble es claro: celebrar a los convocados y tomar nota de quienes quedaron fuera, porque el torneo regresa con el equipo peleando la cima. La pausa ofrece oxígeno físico y, de rebote, narrativa.