La afición del Club América nunca ha ocultado su deseo: ver de regreso a Raúl Jiménez, uno de los canteranos más queridos, para cerrar su carrera donde todo explotó. Salió en 2014 tras consagrarse en Liga MX y, desde entonces, construyó una década europea que lo convirtió en referente de la Selección Mexicana y candidato a romper marcas históricas.
En las últimas horas, el tema volvió a encenderse por un detalle que alimenta la ilusión. Adama Traoré, su socio en ataque, fue cuestionado sobre la posibilidad de jugar en América y dejó una puerta entreabierta. Con ambos contratos cerca de terminar, la conversación se disparó: ¿es un sueño posible o solo humo de mercado?
La clave que puede hacer viable el “doble golpe” para 2026
En papel, el escenario existe. Raúl Jiménez termina contrato con Fulham en junio de 2026, y en más de una ocasión ha expresado su deseo de volver al América. Si llega a ese punto sin renovación, el club podría negociar su regreso como agente libre, un factor que reduce el costo de traspaso y vuelve más realista la operación.
El caso de Adama Traoré es similar: también finaliza vínculo con Fulham en junio de 2026. Su cercanía con Raúl y el guiño público reciente alimentan la idea de que ambos podrían llegar juntos, como un paquete mediático y deportivo que levantaría a la afición y pondría a Coapa en el centro del mercado.
Pero el verdadero freno no es la firma: es el presupuesto. La directiva encabezada por Santiago Baños ha sostenido una política de gasto controlado, y absorber dos salarios de nivel europeo no es menor. Para que el plan se materialice, la clave será una sola: cuánto estén dispuestos a ajustarse ambos en sueldo.
