El americanismo amaneció con sorpresa: Edson Álvarez tomó rumbo a Fenerbahce cuando se le vinculó con gigantes europeos. La decisión encendió el debate y alcanzó a su mentor en Coapa, Ricardo La Volpe, quien no se guardó nada.

Para el canterano azulcrema, el movimiento implica cambiar escaparate y duelo semanal. Para el América, es tema sensible: se trata de uno de sus exportados más emblemáticos y espejo para futuras ventas al Viejo Continente.

¿Por qué La Volpe pone en duda el destino elegido?

El técnico que lo lanzó en 2016 recordó la exigencia de las ligas top y cuestionó el paso a una competencia “inferior” respecto a Inglaterra, España, Italia o Francia. El mensaje no va contra el club turco, sino contra el salto competitivo que deja de dar un seleccionado nacional en plenitud.

Más allá del fondo emocional, el señalamiento toca un punto táctico: Edson venía consolidado como contención en contextos de máxima intensidad en la élite, y da un gran paso atrás.

El factor que habría inclinado la balanza

Versiones cercanas al fichaje apuntan a un argumento contundente: la llamada directa de José Mourinho. Cuando “The Special One” pide a un futbolista para su plan A, la seducción trasciende cifras y rankings de liga.

Con ese aval, el proyecto deportivo ofrece liderazgo inmediato, rol claro en Europa y presencia constante en competiciones internacionales. Es la promesa de minutos y jerarquía… no necesariamente de escaparate mayor.