Hablar de la Liga MX y del futbol en la región de Concacaf evoca rápidamente a América, uno de los conjuntos más grandes de Centroamérica y Norteamérica. Además de los logros, que lo ponen en lo más alto, cuenta con una historia impresionante, elementos icónicos, entrenadores de época y una popularidad inigualable.
Ser el máximo ganador del certamen doméstico y la Copa MX en el plano nacional y la Liga de Campeones Concacaf y la Copa de Gigantes de la Concacaf en lo internacional ilustran lo que son Las Águilas. Además, en este último apartado cuentan con dos Copa Interamericana, certamen que enfrentaba a los dos campeones de las dos confederaciones más importantes del continente americano.
Por ello, Los Azulcremas, campeones de la Liga de Campeones Concacaf de 1990, se midieron frente a Olimpia de Paraguay, el ganador de la Copa Libertadores de ese mismo año. ¿El resultado? El conjunto capitalino alzó el trofeo en medio de una multitud en la Ciudad de México.
El primer partido de la serie se disputó en el Estadio Defensores del Chaco, en Asunción, y finalizó 1 a 1. La anotación de la visita, que tenía una plantilla memorable, fue obra de Edú Manga. El duelo de vuelta contó con más de 60000 espectadores en el Estadio Azteca. Un marco espectacular.
Allí, el 12 de octubre de 1991, un doblete de Toninho de los Santos decretó el 2 a 1 final para desatar la locura en buena parte de México, en un duelo que terminó con incidentes contra el entrenador Miloc, que fue a agredir a elementos rivales. ¡Títulos de todos los colores para este gran conjunto!
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