Chucho Benítez no estuvo mucho tiempo en el América, pero basta pronunciar su nombre para evocar todo tipo de emociones en la afición. El ecuatoriano dejó un enorme legado con las Águilas y antes de que se marchara de Coapa, el club eligió a Narciso Mina como sucesor del ex goleador, fallecido en 2013.
Narciso Mina venía de ser la sensación en su país, después de convertir la nada despreciable cifra de 30 goles con el Barcelona SC. El atacante fue clave en la conquista del Campeonato Nacional de Ecuador en 2012, despertando de esta manera el interés del América, que terminó cerrando su incorporación.
La idea del América era apostar nuevamente por el goleador del momento en el futbol ecuatoriano, visto el éxito que resultó el fichaje de Chucho Benítez. Es por eso que las Águilas apostaron por Narciso Mina, de quien se esperaba el más alto rendimiento para ser ese relevo que se iba a necesitar para el ataque.
“Vine con el deseo de hacer historia, eso es lo que se quiere. Vengo a tratar, como Chucho, de ser goleador, conseguir cosas importantes y tratar de dar un título. Tener a Chucho creo que puede ayudar bastante, lo conozco, sabemos cómo se juega en Ecuador y creo que puede ayudar”, dijo Narciso Mina.
Pero a pesar de que se consagró campeón del Clausura 2013, Narciso Mina no pudo consolidarse en el equipo azulcrema. Apenas convirtió cinco goles en 28 partidos de Liga MX y luego de una serie de malas actuaciones, el delantero se fue de Coapa sin cumplir el objetivo de continuar el legado de Chucho Benítez.
Fue así como pasó por varios clubes como: Atlante, LDU de Quito, San Martín San Juan, Mushuc Runa, entre otros. Y así culminó su carrera; sin embargo, el ex delantero americanista sorprendió a todos con su nueva faceta lejos de los campos de juego: es pastor en una iglesia en Ecuador.
Una faceta no tan nueva para Narciso Mina
Narciso Mina ya era cristiano antes de iniciar su carrera como profesional, por lo que predicar la palabra no es algo nuevo para él. Así lo contó hace un par de años en una entrevista para el sitio Extra de Ecuador, en la que explicó cómo comenzó a transitar el camino de la fe.
“Cuando comienzo la carrera de jugador es que decido ser cristiano, por todo lo que se comentaba en mi tiempo de los futbolistas. Yo quería algo diferente para mi vida y mi familia. Así fue que escuché al pastor Alberto Montaño, a Lizandro Torres y a Arlyn Ayoví. Luego dije que quería ser pastor y esto es para mí es un privilegio“, dijo el ex América.
Y la verdad no sorprende, pues en sus festejos ya aprovechaba la oportunidad para enviar un mensaje religioso. Aunque no tuvo los mejores registros con los colores del América, el delantero ecuatoriano sí pudo cumplir su sueño de vida llevando su fe a dondequiera que va.