El América se ha caracterizado históricamente por sus fichajes estrellas quen llaman la atención de todo el entorno del futbol mexicano y la llegada de Leo Benhakker, a pesar de no ser jugador, fue uno de tantos movimientos que impactó a propios y extraños.
El holandés aterrizó en Coapa con un gran currículum a sus espaldas luego de haber triunfado en el Ajax de su país y en el Real Madrid, siempre con esa escuela particular de jugar vistoso, tener el balón y atacar recurrentemente al rival que tanto le gusta a los seguidores del futbol y en México no fue la excepción.
Aquel América de Benhakker se encargó demaravillar al entorno del balompie nacional por su estilo ofensivo que rápidamente le inculcó al plantel para que luciera imparable en aquella temporada 1994-1995.
“Atacar es más importante que defender” y “el triunfo no basta, hay que divertir al público”, estas frases eran el mantra del entrenador europeo y a pesar de no haber conseguido un título con las Águilas, se puede decir que logró su cometido porque nadie quería perderse un juego de los azulcrema en aquella época, fuera aficionado del equipo o no.
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Lamentablemente para Benhakker, el América y todo el futbol mexicano, el director técnico fue despidido por diversas razones a finales de temporada y toda la espectacularidad mostrada en el campo no pudo ser coronada con un un trofeo.
La satisfacción que le quedó al holandés es que muy pocos equipos en el futbol mexicano serán tan gratamente recordados a pesar de no haberlo materializado con una copa en las vitrinas del club.