América era una aplanadora por sobre las Chivas de Guadalajara en el Clásico Nacional. Las águilas azulcremas le pasaban por encima al cuadro rojiblanco en su propia casa, humillándolos deportivamente hablando en la cancha.

La tercera conquista del partido llegaría minutos más tarde por parte del centrocampista Sebastián Córdova. El seleccionado nacional lograba pelear una pelota con Gudiño, a quien dejaba en el camino y con el arco a su merced, decretaba el tres a cero en el marcador.