América venció 2-0 a Pachuca en un juego a puerta cerrada y se afianzó como sublíder del Apertura. Noche rara sin afición, pero con un golazo de Allan Saint-Maximin que volvió a encender la ilusión azulcrema.

Más allá del marcador, el francés dejó otra postal que habla de vestidor: complicidad, risas y buen ánimo en el banquillo. Un momento que confirma que el nuevo refuerzo ya se siente parte del Nido.

La charla que desató carcajadas en el América

Durante la segunda mitad, las cámaras captaron a Saint-Maximin y el lateral de América en una charla animada. Entre bromas y gestos, Jonathan dos Santos se metió al quite como traductor improvisado. Tres sonrisas, misma sintonía: equipo unido y enchufado.

Ese micro escenario dice mucho. En un plantel que compite al límite, el francés va encontrando códigos internos: cercanía, humor y química con referentes del grupo. El Nido respira buen ambiente… y eso también suma puntos en la cancha.

Compromiso real: clases de español para acelerar la adaptación

De acuerdo con TUDN, Saint-Maximin pidió al club un maestro particular de español para acelerar su adaptación. El objetivo es claro: entender y hacerse entender en entrenamientos, charlas técnicas y momentos de partido.

Acelerar el idioma es un mensaje directo al americanismo: el francés quiere estar a la altura del entorno. Menos barreras, más conexión con compañeros y cuerpo técnico. Todo para que su desborde pese todavía más.