Entre lagrimas y un fuerte abrazo, un joven fanático de nuestro América y fiel seguidor de la carrera de Guillermo “Memo” Ochoca cumplió su sueño de conocer a su ídolo tras un entrenamiento.

El joven había pedido a través de las redes conocer al arquero y, a través de varias gestiones, el club y el jugador accedieron a cumplir su petición y lo llevaron a conocer al más grande arquero de México. Sus lágrimas solo representan la emoción de haber vivido ese momento.

“No llores, wey”, le dice Memo al tiempo que le firma su playera con una sonrisa en su rostro. Gestos que solo hacen los más grandes.