Guillermo Ochoa se alzó como uno de los estandartes más importantes de América en la historia reciente y un enorme referente en la Selección mexicana. Su figura es importante para explicar lo que es el balompié azteca, y su enorme capacidad para atajar y liderar grupos ya lo convirtieron en un histórico.

Un 15 de febrero, pero de 2004, Memo debutó contra Monterrey por una molestia de Adolfo Ríos, quien en ese momento era el portero titular de Las Águilas. Por sus buenas actuaciones en los partidos de Liga MX y Copa Libertadores, fue convocado por Humberto Grondona para ser el capítán del Tri Sub-20. Tras el retiro de Ríos, Ochoa también llegó a ser el guardameta titular de Los Azulcremas.

 

A lo largo de su carrera existieron atajadas y momentos inolvidables del nacido en Guadalajara. En el campeonato doméstico, una salvada en la Final frente a Monterrey o un acto a puro reflejo contra Chivas en un Clásico Nacional que finalizó 3 a 3 son de las más destacadas, entre otras incontables actuaciones.

En el conjunto nacional, se destacó por su rendimiento cuando más lo necesitaban, siendo Estados Unidos el rival al que consiguió pararle tiros desde el punto penal. A su vez, también es impresionante la atajada a un cabezazo de la superestrella Neymar en el Mundial de Brasil 2014.

Su paso por Europa tuvo altibajos, pero eso no lo privó de escribir historia. Contuvo ocho penales y demostró que su nivel trasciende el territorio americano en Ajaccio, Málaga, Granada y Standard Lieja. ¡Felicidades, Memo!