El técnico de las Águilas dijo que tiene muchos jugadores importantes y no puede colocarlos a todos juntos en un mismo partido.
Ya se han disputado cinco jornada del Clausura 2016 y en el América todavía no hay un once inicial indiscutido. Ignacio Ambriz ha optado por rotar futbolistas, pues analiza al rival de turno antes de definir la alineación.
“Hay muchos jugadores importantes, pero también se habla con ellos. No puedo meter a todos, así que meto al jugador más idóneo para contrarrestar al rival. Estoy a gusto con ellos porque han puesto de su parte para ayudarme”, dijo en entrevista con Agenda Fox Sports.
La presión la tengo desde que me levanto y me salgo a la calle para ir a trabajar
“La verdad tengo mucho diálogo con ellos; así como me acerco con Rubens (Sambueza), me acerco con Osmar Mares o Chepe (Guerrero), también busco a Muñoz u Oribe (Peralta)”, agregó.
Por otro lado, Nacho hizo referencia a las críticas que ha recibido y se mostró orgulloso de dirigir al equipo más ganador de México, sobre todo en el año de su Centenario.
“Desde que llegué siempre he sido cuestionado si era el técnico adecuado. Pero hasta ahora sigo siendo el entrenador y ha sido un trabajo que he disfrutado demasiado. Porque es el América y es una gran satisfacción formar parte de este club en el centenario. La presión la tengo desde que me levanto y me salgo a la calle para ir a trabajar”, aseguró.
Yo también cambié mi discurso de jugar con el cuchillo entre los dientes
“Este equipo genera mucha polémica, por eso me alejo mucho de los medios de comunicación y de los programas deportivos. Eso me permite estar tranquilo y me permite pensar lo que hay que hacer”, indicó.
Finalmente, el entrenador de las Águilas destacó el cambio que ha mostrado el equipo en la cuestión disciplinaria y aclaró que la única cábala que tiene es el trabajo.
“Ha sido un gran compromiso de todos, donde el año pasado reclamábamos todo e hicimos un auto análisis. Yo también cambié mi discurso de jugar con el cuchillo entre los dientes, y que erróneamente a lo mejor transmitía esa ansiedad al grupo”, explicó.
“La única cábala que he tenido desde que juego es el trabajo. Fue una iniciativa de la directiva por la mercadotecnia, después dijeron que fueron los zapatos, y luego por el vestuario. Pero es parte de todo, pero al final si yo me guiara por las cábalas mejor ni entreno y me pongo a buscar esas cosas para ganar”, concluyó.
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