El reloj ya empezó a correr para que Álvaro Fidalgo cumpla los cinco años ininterrumpidos viviendo en México y pueda, por reglamento FIFA, cambiar de la federación española a la mexicana. Si todo se mantiene como está proyectado, el capitán del América debutaría con la Selección Mexicana a inicios de 2026, nada menos que en un amistoso de alto calibre ante una potencia como Portugal.

A simple vista, es una gran noticia para el Tri y para el propio Fidalgo, que lleva meses mostrando gestos claros de compromiso con México. Pero en Coapa hay una lectura todavía más profunda: el día que el mediocampista se ponga la camiseta de la Selección Mexicana en un partido oficial, cambiará también el tablero del mercado de fichajes azulcrema.

¿Por qué al América le conviene tanto ver a Fidalgo vestido de verde?

De acuerdo con lo que ha retomado la cuenta Resaca Americanista en redes sociales, en el momento en que Fidalgo debute con el Tri su registro en Liga MX se modificará por completo: dejará de ocupar una plaza de “No Formado en México” (NFM) y pasará a figurar como (FM), es decir, futbolista considerado “Formado en México” según el reglamento.

Aunque el español jamás pasó por fuerzas básicas azulcremas, la redacción actual de la normativa permite ese cambio una vez que represente oficialmente a la Selección Mexicana. Para el América, eso equivale a liberar una valiosa plaza de extranjero sin perder a su cerebro en medio campo, abriendo la puerta a un refuerzo foráneo más sin necesidad de sacrificar a nadie de la actual legión.

Por eso en Coapa siguen de cerca cada paso del proceso de naturalización y del cambio de federación. El eventual debut de Fidalgo con el Tri no solo sería un premio a su rendimiento y compromiso, también puede convertirse en el movimiento estratégico que le permita al América rediseñar su plantel y elevar todavía más su techo competitivo de cara a los próximos torneos.