Ha pasado más de un mes desde la eliminación del Apertura 2025 y el escenario en el Club América sigue congelado. No hay altas, no hay bajas y el mercado avanza sin señales desde Coapa, una situación que ha disparado la molestia de la afición en redes sociales.

La presión se ha concentrado en la figura de Santiago Baños, con llamados constantes a su salida ante la falta de refuerzos rumbo al Clausura 2026. Sin embargo, detrás del enojo hay una realidad estructural que pocas veces se dice en voz alta, hasta ahora.

La realidad financiera que condiciona al América en el mercado

Fue el periodista Juan Carlos Zúñiga quien expuso el punto clave que explica el parálisis del América. A través de sus redes sociales, dejó claro que el club no puede reforzarse sin antes hacer caja con su propio plantel.

“La realidad es: América no tiene capital para invertir en jugadores, necesita vender. El Estadio Azteca es la prioridad del grupo”, escribió Zúñiga, señalando directamente al contexto financiero que rodea al club y a Grupo Águila, su propietario.

El mensaje es contundente: no habrá chequera abierta ni inversiones extraordinarias. Para fichar, el América está obligado a desprenderse de futbolistas, liberar salarios y generar ingresos propios antes de pensar en nuevas incorporaciones.

El problema es el tiempo. Con el Clausura 2026 cada vez más cerca, el club no ha logrado concretar ventas relevantes y el margen se reduce. Mientras no se liberen plazas ni recursos, los refuerzos seguirán en pausa.

Esta situación coloca al América en una encrucijada peligrosa: competir con el mismo plantel que ya mostró límites o asumir decisiones dolorosas en el mercado. La paciencia del americanismo se agota y la presión no hace más que crecer, justo cuando el reloj juega en contra.