El nombre propio del América en la actualidad es Allan Saint-Maximin. El francés debutó con impacto ante Atlas y encendió al Nido con una remontada que cambió el pulso del torneo para las Águilas.

Pero el ruido también trajo preguntas: ¿hasta dónde le alcanzará en partidos de élite y ante rivales que le den poco aire? Para responder, consultamos a Max Andalón de TUDN Radio, cuya sentencia abre debate: “No vamos a ver una gran versión de Allan Saint-Maximin.”

¿Qué cualidades son las más destacadas de Saint-Maximin que le puede dar al América?

“En cuanto a características, lo que mejor le viene al América es el regate en espacio corto, incluso al espacio; ahí es difícil. Creo que nadie en México le va a ganar a Saint-Maximin; será el mejor de la liga en ese aspecto. A mí me generaba ciertas dudas por el tema disciplinario eso ya lo conocemos todos, los problemas que tuvo con José Mourinho; incluso si teníamos estas dudas, por sus propias características creo que al América le venían bien. Si comparamos a este América con el América de Santiago Solari, que creo que fue el primero que comenzó a traer estos jugadores que a la postre terminaron siendo tricampeones, y si comparamos ahora el de André Jardine, a mí me da la sensación de que los equipos rivales esperan mucho más atrás al América, lo respetan mucho más, y ahora América debe jugar con mucho menos espacio por delante. En ese entendido, posiblemente Zendejas sea el único que puede destacar en espacios cortos. Brian Rodríguez es un tipo muy veloz, que va muy bien al espacio; posiblemente en espacio corto no es tan bueno. Creo que ese perfil de Allan Saint-Maximin le vendrá muy bien en un juego que tiene muy poquito espacio, pero aun así destaca. Me gusta más en la banda; él comentaba que le gustaba más jugar como “10”. Yo no lo veo en esa función; yo lo vería como un tipo que, cuando América tenga muy poco espacio, sea capaz de abrir por la banda izquierda”.

¿Cómo te imaginas el encaje de Saint-Maximin en el América? ¿Cómo configurarías el ataque del América?

“Todo depende de cómo esté disciplinariamente Saint-Maximin y de qué tanto pueda trasladar el talento al terreno. Saint-Maximin no es un tipo que marque tantos goles; entonces vas a tener que tener un delantero de referencia, no un nueve tan móvil. El tema es que ahora no está Henry. Yo sí trataría, en la medida de lo posible, de contar con Henry Martín. En la derecha, evidentemente, Alejandro Zendejas, porque no tienes a alguien más. El tema es la mediapunta, porque ya se fue Diego Valdés y no tienes a nadie que lo cubra. Saint-Maximin no es un tipo que marque muchos goles los números están ahí y te lo terminan diciendo; Zendejas tampoco. En ese entendido, me arriesgaría con Henry Martín”.

“En la mediapunta no tienes opciones: alguien que juegue con poco espacio. En ese sentido se te reduce mucho. Tienes a Alexis Gutiérrez, tienes a Erick Sánchez; no sé si hasta yo pensaría en jugar sin un mediapunta, ser más vertical. Depende de lo que plantee el América, pero pensando en mantener lo que ya tienes, creo que el tipo que mejor te viene para ser mediapunta ahí sí, el que mejor te viene es Alexis Gutiérrez. Pero dependerá de todo lo que quiera hacer Jardine. Por izquierda sí pondría a Allan Saint-Maximin. Por talento, parece tener la llave para jugar en espacios cortos”.

Jugando a predecir el futuro, ¿cómo dirías que le va a ir a Saint-Maximin? ¿Fracasará o triunfará en el América?

“La pregunta del millón y la más complicada. Me parece que América tiene mucha presión, es la realidad: genera mucho en este país. Y si me voy a la imagen que se tiene en Europa, yo la verdad no veo a cualquier europeo que viene a un reto, a un equipo de mucha obligación, que un equipo turco. En ese sentido, si comparas al América con la liga turca insisto, América, como un grande de México, siempre va a tener presión; pero si lo trasladas al futbol europeo, yo no veo a Allan Saint-Maximin pensando que “este es mi próximo reto, este es mi próximo equipo donde la voy a romper”. En ese sentido, yo sí me decantaría por que no vamos a ver una gran versión de Allan Saint-Maximin”.

¿Crees que Saint-Maximin solo aceptó la oferta del América porque en Arabia no lo querían y no lo ve como un gran reto?

“Sí. No digo que literalmente diga “yo no me voy a esforzar”, no creo que ningún futbolista llegue con esa mentalidad de “no voy a hacer nada”, pero sí: no es lo mismo llegar al Real Madrid que al Levante; no es lo mismo llegar al Bayern Múnich que al Hoffenheim. Creo que los entornos te van obligando a mejorar; la presión te va obligando a mejorar. También depende de cada jugador cómo la termine tomando y cómo la termine manejando: hay jugadores que están hechos para vivir entornos de presión y otros que no. En ese sentido, creo que Saint-Maximin ya tuvo algo parecido a lo que es América cuando estuvo en Turquía con el Fenerbahçe y, desafortunadamente, no reaccionó de la mejor forma. No es un equipo que tuviera los grandes reflectores europeos, pero sí, dentro de su liga, tiene una gran obligación y debe pelear año con año el título. Me parece que en América tiene algo muy parecido, posiblemente ayudado con que el formato es diferente: en Liguilla puedes rendir más en pocos partidos. Tenemos ejemplos, lo de Córdova en el último título de Tigres. Yo veo muy parecida la presión del América a la presión del Fenerbahçe en Turquía. Yo no veo a Saint-Maximin a su 100%”.

¿Crees que nada más por puro talento podría dominar la Liga MX, incluso sin dar su 100%?

“No solo por eso. En la liga turca, por momentos, le daba para definir un partido. Digo que no creo que le dé, por ejemplo, para ser el máximo goleador solo por venir de Europa. También aquí hay muchos jugadores muy talentosos. No estoy diciendo que le va a dar para ser el mejor futbolista, pero sí, en un momento de apuro un partido de Liguilla, que termine por ingresar o ser titular, que sí tiene la calidad suficiente para definir un partido él solo. Creo que lo tiene. Finalmente, creo que en la liga turca también lo tenía; ya demostró en la élite mundial que lo puede hacer. No sé si decir que cargar a un equipo; finalmente tenía mucha ayuda en el Newcastle: Bruno Guimarães, Miguel Almirón. Pero sí creo que puede definir un partido; tiene talento para hacerlo”.

¿Con cuántos goles y asistencias acabaría el torneo?

“Yo me iría por unos 4 goles y 4 asistencias. Es que, aparte, no es un gran goleador. Podría subir su cuota, tomando en cuenta lo rápido que es y, sobre todo, que en la Liga MX le cuesta mucho el tema de la dinámica. La realidad es que es un tipo muy bueno creando, muy bueno generando oportunidades, pero, por lo general, no suele ser él quien las termina: es un extremo creador que busca mucho la asociación y abrir el juego, pero, por lo general, no termina las jugadas. Por ejemplo, Brian Rodríguez sí es un extremo que busca el gol, que busca la portería. Necesitaría a Henry, alguien que sí defina. Creo que, si quieres aprovechar las cualidades de Saint-Maximin, debes poner a alguien que sí haga goles en la punta. Entonces yo no lo veo como un gran goleador dentro de la Liga MX. Digo 4 goles que suena como un mal torneo, pero creo que aun así sería un buen torneo”.

La gente va a cuestionar a Saint-Maximin con base en los goles que haga y no en lo que genere.

“Sí. Hay jugadores que sí se pueden medir por goles, estadísticas, pero son los menos. No me refiero a una posición en concreto. Paulinho, por ejemplo, es un gran goleador: tiene inteligencia, capacidad para asistir; también tiene para repartir juego. No necesariamente un partido de Paulinho sin goles es un mal partido. Pensando en un ejemplo en Europa, Erling Haaland no te da tanto juego; es más bien un definidor. Ahí sí puede pasar mucho más un juego por cuántos goles marca. Yo creo que lo de Saint-Maximin no debe ser así, más allá de que sea un delantero. No creo que pase por eso, porque a lo largo de su carrera no ha sido un gran goleador; no creo que lo debamos medir por eso. Ya si en su momento le pasa como a Jude Bellingham en el Real Madrid que debuta y comienza a hacer muchos goles, ahí a lo mejor sí, pero creo que sería algo fuera de lo común. Llegó un momento en que a Bellingham se le acabaron los goles y se le cuestionó. A Saint-Maximin hay que verlo no solo por cuántos goles marca; no se tiene que evaluar todo por goles”.

¿Qué tanto ha evolucionado el América de André Jardine desde hace dos años que llegó hasta hoy?

“América ya ha tenido que cambiar mucho, adaptarse a las condiciones, sobre todo a las salidas. Yo hoy lo veo más débil que cuando se consiguió el tricampeonato, el bicampeonato y el primer campeonato. Puedes cambiar; no hay un estilo de juego mejor o peor. Lo veo más débil. Yo creo que veo al América con menos jugadores con la capacidad de definirte un juego. Antes tenías a Julián Quiñones, al Cabecita Rodríguez, a Henry Martín sin lesiones: tres grandes jugadores. Diego Valdés también. Zendejas no es un tipo que te va a resolver el partido; es muy talentoso, pero no lo ves cargando un equipo, con esa capacidad de resolución, como sí lo tenían ellos. Veo mejor a ese América del tricampeonato”.

“En cuanto a cómo cambiaron el estilo de juego, creo que ha cambiado a “no tengo tantas figuras, no me aferro a tratar de imponer el estilo de juego, voy a contraatacar”. No sé si sea la etiqueta de que ya no es el campeón, que ahora tiene mucha más posesión. Antes tenía que conseguir el resultado a cualquier costo, sin importar cómo jugaba. Creo que veían a André Jardine más práctico: invitaba al rival a atacarlo y contragolpeaba. Ahora creo que respetan un poco más al América y le juegan más atrás, y América impone el juego. Los rivales se van replegando, le van cerrando los espacios. Tienen tan poco espacio que necesitan jugadores de las características de Saint-Maximin”.

¿Qué figura es la que más extraña el América de los que se han ido?

“Sé que va a sonar como una respuesta muy ambigua: dependería de cómo quiera jugar Jardine. Hoy no necesita un extremo izquierdo que era donde jugaba Julián Quiñones y, si nos vamos al fuerte de Julián, creo que tampoco necesita un tipo así. Podía rematar como un delantero; arrastraba la pelota como extremo. Vimos la mejor versión de Julián en Atlas. No sé si el América extraña tanto a Julián Quiñones. Creo que con el Cabecita Rodríguez es con el que más, con la función de centro delantero. Tampoco es que el Cabecita fuera el gran goleador en el América. Creo que hoy, tácticamente, extrañan más a Diego Valdés por lo que hoy está jugando. Richard tenía mucha pegada; eso le falta: él le pegaba y otros la paraban y decidían. A mí me da la sensación de que América pensaba que le daba con lo que tiene; me da la sensación de que le fueron rebajando, pensando “creo que puedo perder este jugador y seguir ganando”. Ya llegó un momento en que no le dio para un tetracampeonato; no está tan lejos de pensar en otro título”.

El ya no tener la etiqueta de tricampeón, ¿le resta un poco de exigencia por la naturaleza del club?

“En América no te van a decir eso: sea fase regular, cuartos, semis o la final, la obligación es el título. Hasta el mismo Azcárraga lo ha dicho. Prácticamente, en cuanto ganan un título, van por el siguiente; en las celebraciones lo decían sucesivamente. América siempre está obligado a ganar. En un sentido menos romántico, nadie puede ganar todos los torneos. Yo sí veo al América con un poco menos de presión hoy, a comparación de cómo estaba hace seis meses o un año, porque a lo mejor vendieron una idea de “si se hacen bien las cosas, América puede ganar siempre, solo ellos”, y la realidad es que no es así: nadie lo puede hacer. Yo los veo un poco menos presionados”.

¿Cuál es la plaza de extranjero que menos rinde en el América, quitando a Saint-Maximin, que acaba de llegar?

“Antes te hubiera dicho que Cristian Borja; no voy a decir “de lo peor”, pero sí el más prescindible. Pero hay que ver que tienes tres centros delanteros nominales, dos extranjeros. En ese sentido, después de un rato que no funcionó, sí podría salir sobrando el Búfalo Aguirre, que creo que tuvo un buen primer torneo de suplente, pero fue mientras Henry tenía ese tema de lesiones. En ese sentido tendrá que venir la competencia interna entre el Búfalo Aguirre y la Pantera Zúñiga para ver quién termina rindiendo mejor y se tendrá que quedar en el América, y quién no, posiblemente salir. Si nos vamos al resto de puestos, posiblemente lo de Cáceres o Lichnovsky. Creo que Lichnovsky es el que más tiene chances de irse. Estoy entre el Búfalo Aguirre, pero también lo de Lichnovsky, que tampoco es que haya dado mucho. No es como Henry, que me dio tan buen rendimiento que lo aguanto aunque esté lesionado; Lichnovsky no tiene eso”.