El Club América no detuvo su preparación durante la fecha FIFA y aprovechó la pausa para disputar un amistoso frente al LA Galaxy, un duelo diseñado para mantener ritmo competitivo y darle minutos a futbolistas que han tenido poca actividad. Entre ellos, Víctor Dávila volvió a aparecer en la conversación, luego de uno de los semestres más complicados desde su llegada a Coapa.
Lo que parecía un partido más terminó siendo un giro inesperado para el chileno: dos goles que no solo modifican el marcador, sino que también pueden modificar su confianza justo antes del tramo más importante del torneo. Dávila respondió con personalidad en el momento en que el equipo más lo necesita.
El doblete que puede cambiar su semestre
El primer golpe llegó al minuto 13, cuando Alejandro Zendejas recuperó el balón en zona alta y activó a Allan Saint-Maximin. El francés condujo con libertad, levantó la cabeza y filtró un pase quirúrgico al corazón del área. Ahí estaba Dávila, perfectamente perfilado para empujar la pelota y abrir el marcador frente al Galaxy.
El segundo llegó al 40’, esta vez con puro instinto de delantero. Tras un rebote dentro del área, Dávila reaccionó más rápido que todos y mandó el balón al fondo, firmando un doblete que, aunque sea en amistoso, pesa muchísimo en lo emocional y competitivo.
Para un futbolista que ha sido duramente cuestionado durante el semestre, este tipo de noches representan más que estadísticas: son señales de desahogo, de recuperación y de un posible renacer justo a tiempo. Con la Liguilla ya a la vuelta de la esquina, André Jardine necesita atacantes en su mejor versión, y si este doblete logra desbloquear a Dávila, el América podría encontrar una pieza fresca y decisiva para enfrentar los partidos de mayor tensión del torneo.
