En un club como el América, los ofrecimientos no paran: agentes, promotores y intermediarios mueven nombres todos los días. Pero pocos casos han sido tan ruidosos como el de Marcelo Flores, un futbolista que hace no mucho era señalado como “la nueva joya” del futbol mexicano por su formación en una cantera tan mediática como la del Arsenal.
Su realidad en la Liga MX, sin embargo, ha sido otra. A dos años de su llegada, no logró consolidarse en Tigres y la puerta de salida se habría abierto rumbo a 2026. En ese escenario surgió una posibilidad que sonaba “barata” para el América, incluso casi gratis. La pregunta era simple: ¿por qué no intentarlo? Pero una condición terminó por romperlo todo.
La exigencia que habría borrado su nombre de la lista del América
De acuerdo con una radio de Monterrey, el entorno de Marcelo Flores, su agente y su padre, habría puesto una exigencia contractual que en Coapa no cayó nada bien: un contrato de cuatro años para firmar con el América, pese a que la operación podía darse prácticamente sin costo de transferencia.
En un inicio, la directiva azulcrema no habría descartado el movimiento. Marcelo tiene 21 años y, en teoría, todavía podría reconducir su carrera con un contexto competitivo, presión alta y un proyecto que lo empuje a crecer. Además, al llegar “gratis”, el riesgo deportivo parecía controlado.
El problema fue el compromiso a largo plazo. En América, amarrar cuatro años a un jugador que viene de no consolidarse en Tigres implica cargar una apuesta fuerte en salario, registro y planeación de plantel. Y más en un mercado donde el club busca ser quirúrgico con sus cupos y sueldos.
El resultado, según el reporte, fue contundente: esa exigencia habría tirado cualquier mínima posibilidad y el nombre de Marcelo Flores quedó tachado como opción para el Clausura 2026. En Coapa pueden aceptar talento joven, pero no cualquier precio.
