El partido más representativo en la historia del Clásico Nacional entre América y Guadalajara es sin lugar a dudas el de la llamada Final del Siglo. Aquel domingo 10 de junio de 1984, la rivalidad alcanzó su punto más alto toda vez que fue la única ocasión en que ambos equipos se enfrentaron en una pelea mano a mano por el título de Liga.
Esa tarde, los azulcremas tuvieron un héroe sin capa, pero con guantes. Héctor Miguel Zelada vivió la tarde de su vida en lo que respecta al futbol al taparle un penalti clave a Eduardo Cisneros que mantuvo en el juego a su equipo para que a la postre consiguieran los goles del campeonato por vía de Eduardo Bacas, Alfredo Tena y Javier Aguirre.
Hasta la fecha, esa jugada es recordada en la memoria colectiva del americanismo; desde el lance y el despeje hasta medio campo, hasta la histórica narración de: “silencio, cámara, acción… ¡Zelada la detiene!” Sin duda, fue un momento importante en la historia de la institución y de los Clásicos Nacionales.
Hoy, un día antes del juego por el orgullo, el protagonista de ese momento visitó el Nido. Héctor Miguel Zelada acudió a las instalaciones de Coapa y se detuvo justamente a donde está una de las vitrinas en el club, precisamente delante del trofeo que ganaron en ese entonces en gran medida por su atajada.
“Visitando la copa de la Final del Siglo 83-84 previo al clásico, únicamente para recordar quien es el más grande”, publicó Zelada en su cuenta de Twitter junto con un video precisamente frente a algunas de las copas que ganó como arquero americanista en la década de los 80’s y que lo convirtieron en uno de los ídolos de las Águilas.