Si bien, hasta hace unos cuantos meses la dupla de zagueros centrales del América estaba conformada por Sebastián Cáceres e Igor Lichnovsky, ahora esto ha cambiado debido a las lesiones de ambos elementos por lo que en su ausencia André Jardine tuvo que echar mano de dos canteranos del Nido y además Néstor Araujo.
El primero ya es un jugador afianzado en el primer equipo. Se trata de Ramón Juárez quien tras un par de prestamos en la Liga MX regresó a las Águilas para convertirse en un habitual de André Jardine. Incluso, cabe señalar que junto a Igor Lichnovsky, fue la zaga con la que América consiguió el bicampeonato frente a Cruz Azul.
Sin embargo, a Ramón Juárez se le ha sumado otro canterano de muy buenas hechuras. Se trata de Miguel Vásquez, zaguero central de 20 años de edad que de a poco se ha ganado formar parte del primer equipo dejando atrás al Sub-23. Y es que si bien, no había sido tomado en cuenta recientemente, ante León recibió la oportunidad de salir como titular y sorprendió a más de uno con su nivel en la cancha.
Finalmente, quedó claro que las Águilas han encontrado a una dupla de centrales jóvenes y que además saber perfectamente lo que es representar a las Águilas desde niños. En ese sentido, el cuadro de Coapa podría estar ante la gran oportunidad de conformar una dupla con mucha proyección de cara al futuro, tomando en cuenta las características de cada uno.
¿Por qué Ramón Juárez y Miguel Vásquez son tan complementarios en América?
Mientras que Ramón Juárez se ha consolidado como un defensor muy físico que suele ganar duelos gracias a su fortaleza al choque, Miguel Vásquez es otro tipo de zaguero, el cual cuenta con una mejor lectura de juego y además, habilidad con el balón en los pies para ser clave en la salida y acierto de pases.
Es por este motivo que André Jardine podría estar ante una gran dupla americanista de cara al futuro, tomando en cuenta la edad de ambos, sus cualidades dentro del terreno de juego y que de a poco comienzan a consolidarse en la Liga MX en uno de los equipos con mayor presión del futbol mexicano.