La historia del Club América está llena de partidos inolvidables por las gestas construidas por jugadores de diferentes épocas que contribuyeron con títulos para las vitrinas y grandes alegrías para sus aficionados, pero sin lugar a dudas, hay un juego en particular que podría considerarse como el más importante en la existencia de la institución.

Y es que un día como hoy, pero de hace 39 años, las Águilas recibían a Guadalajara en la cancha del Estadio Azteca para jugar el partido de Vuelta por la Gran Final del torneo 1983-1984. El primer encuentro terminó empatado a dos en el Estadio Jalisco, por lo que la moneda estaba en el aire para definir al campeón.

El valor agregado de esa serie radicaba en que un año antes los azulcremas habían hecho una gran campaña en la que rompieron toda clase de récords, pintaban como los grandes candidatos al campeonato, pero se encontraron con Chivas en la Semifinal y los eliminaron en Santa Úrsula con una batalla campal incluida.

10 de junio de 1984 fue la fecha que marcó para siempre al americanismo en un encuentro donde Manzo se fue expulsado en el primer tiempo y Héctor Miguel Zelada se convirtió en héroe al atajar un penalti a Cisneros que pudo haber cambiado el rumbo del partido para los de Coapa ante su gente.

BACAS, TENA Y AGUIRRE LO DEFINIERON

En el segundo tiempo, Eduardo Bacas, Alfredo Tena y Javier Aguirre se encargaron de poner las anotaciones del 3-1 definitivo, 5-3 en el global. América se sacaba la espina de la humillación del año anterior con una nueva estrella para la institución, quizá la más valiosa por ser la única Final que tuvo Clásico Nacional de por medio.