América y Tigres abrieron el telón en la Gran Final del futbol mexicano con un partido ligeramente cargado para las Águilas, que fueron superiores a lo largo de los 90 minutos, pero no lograron ampliar su ventaja y salieron del Volcán con un empate de 1-1.

Si bien, los dirigidos por André Jardine dominaron las acciones, la falta de contundencia fue clave para los cremas, que dejaron escapar varias oportunidades claras en el arco de Tigres. No cabe duda que una de las más recordadas fue la que tuvo Diego Valdés en los minutos finales de la primera mitad.

Asimismo, fue el mismo Valdés quien recibió una dura entrada de Rafael Carioca en apenas el minuto uno de juego. Si bien, la entrada fue con fuerza innecesaria, el árbitro decidió sacar la tarjeta amarilla, ante los reclamos azulcremas pidiendo que se juzgará con la tarjeta roja.

Sin duda alguna, esa acción hubiera cambiado el ritmo del partido. Y es que fue precisamente Carioca el mejor jugador de los felinos, por lo que de no haber podido contar con él, seguramente el partido habría tenido otro destino.

Diego Valdés con molestias físicas tras la entrada de Carioca

A pesar de la dura falta recibida por Carioca, Diego Valdés pudo continuar en el terreno de juego y completar 84 minutos en la Gran Final de ida, sin embargo, la entrada del brasileño tuvo repercusiones físicas en el chileno, que se ha visto mermado a lo largo del torneo por las múltiples lesiones.

De acuerdo a información de César Caballero, Diego Valdés presenta una inflamación de consideración en la parte de atrás del tobillo, sin embargo, todo apunta a que el chileno podrá estar presente en la final de vuelta, pero estará en recuperación los próximos días.

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América necesita la mejor versión de Diego Valdés

El partido de Valdés en el Volcán no fue malo, el chileno tuvo una gran lectura de juego e interpretó muy bien sus movimientos para normalmente recibir libre. De igual manera pudo ser el causante de que Tigres jugara con un futbolista menos desde el minuto uno. Sin embargo, no se puede permitir tener errores como el gol que dejó escapar en la primera mitad.